Al menos 14 muertos en un atentado en el centro turístico de Marraquech
La mayoría de fallecidos eran turistas, aunque hasta ahora no hay constancia de víctimas españolas.- La fuerte explosión, que podría estar causada por un suicida según las primeras hipótesis, se ha registrado en una cafetería de la plaza Yemaa el Fna de la ciudad marroquí
Un atentado en una cafetería de la plaza Yemaa el Fna de Marraquech ha causado al menos 14 muertos y una veintena de heridos, según el último recuento ofrecido por la televisión estatal marroquí, aunque se teme que la cifra de víctimas mortales pueda crecer todavía: la agencia oficial de noticias MAP eleva la cifra a 16. Pese a que en los primeros minutos se barajaba la hipótesis de una explosión accidental, el Ministerio del Interior marroquí ha señalado que las investigaciones en curso apuntan a la "tesis del atentado". Según el relato de varios medios marroquíes, el autor del ataque es un suicida que se introdujo en la cocina del establecimiento para hacerse estallar junto a las bombonas de butano. Uno de los rumores que se han disparado por Marruecos asegura que podría tratarse de uno de los 148 presos políticos liberados el pasado 14 de abril.
Diversas informaciones apuntan a que la mayoría de víctimas mortales son de nacionalidad extranjera. Fuentes médicas han asegurado a France Presse que ese sería el caso de 11 de los fallecidos. El primero del que se conoce oficialmente la nacionalidad es un ciudadano holandés, según AFP. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha confirmado la muerte de ciudadanos franceses en un comunicado de condena, aunque no ha precisado el número, que asciende a seis según la televisión pública marroquí, y el diario francés Le Figaro ha hablado de una víctima de nacionalidad británica. El Ministerio de Exteriores ha informado a este diario de que por el momento no hay constancia de víctimas españolas ni entre los fallecidos ni entre los heridos, aunque Carlos María de Lojendio, cónsul español en Casablanca, sigue recabando información de las autoridades locales.
Centro turístico
Los servicios de emergencias se han desplazado al lugar del suceso, la cafetería Argana de la célebre plaza, a los pocos minutos de la explosión, que se ha registrado en torno al mediodía, hora local (una hora más en España peninsular). Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, Yemaa el Fna es, con sus numerosos cafés, el principal foco turístico de Marraquech.
"Media plaza ha sido acordonada", ha relatado por teléfono a este diario A. C., un turista español. Según su relato, aunque "se ven pocos turistas", la plaza de Yemaa el Fna se ha convertido en "una atracción para los locales", que se agolpan junto a las vallas que han puesto las autoridades para hacer fotos con sus cámaras y móviles al edificio destruido. El turista español, que ha llegado esta mañana a Marraquech, ha mostrado también su sorpresa por la escasa presencia policial, aunque esta tarde sí había "diez o doce operarios" trabajando entre las ruinas de la cafetería Argana.
De confirmarse la hipótesis de un ataque terrorista, se trataría del mayor atentado que se vive en Marruecos desde mayo de 2003, cuando una serie de explosiones acabaron la vida de 45 personas -doce de ellos kamikazes- en Casablanca.
El suceso llega en medio de la convulsión social del mundo árabe en general, y de Marruecos en partícular, y podría tener consecuencias nefastas sobre el ya maltrecho sector turístico. El Gobierno marroquí concedió esta semana una llamativa subida de sueldos y de prestaciones sociales a los funcionarios en un claro intento de apagar las protestas políticas que empezaron el 20 de febrero en sintonía con las revueltas en otros países árabes. El primer ministro Abbas el Fassi cerró un acuerdo con los principales sindicatos que prevé un aumento lineal neto, a partir del 1 de mayo, de 600 dirhams (55 euros) del sueldo de los 610.000 funcionarios marroquíes, el 22,7% analfabetos, según la encuesta pública sobre esa lacra de 2007. Para estos que suelen cobrar los estipendios más bajos (2.000 dirhams mensuales) la subida ronda el 30%.
El Ejecutivo hace gala de generosidad después de que se hayan producido en decenas de ciudades tres grandes jornadas de reivindicaciones políticas y, en menor medida, sociales desde hace algo más de dos meses. La siguiente gran jornada de protestas ha sido convocada para el 1 de mayo.
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