El terrorista de Marraquech hizo la bomba en seis meses

A la tercera fue la vencida. El presunto autor del atentado de Marraquech "intentó varias veces ir a lugares donde el terrorismo es activo" como Chechenia e Irak, según explicó ayer el ministro del Interior marroquí, Taieb Charkaui. Su declaración fue difundida por la agencia de prensa oficial MAP. "Fracasó" y entonces "decidió dar un gran golpe terrorista en Marruecos", en Marraquech, añadió Charkaui sin admitir preguntas.

La voladura del café Argana, en la célebre plaza de Yemaa el Fna, causó, el 28 de abril, 17 muertos -ayer falleció en Zúrich una mujer suiza de 25 años- y 20 heridos. Ese día salió del café "dejando detrás de sí una maleta que contenía dos bombas de entre seis y nueve kilos cuya detonación activó mediante un teléfono móvil", precisó el ministro.

Charkaui no reveló la identidad del que es, según un comunicado de Interior, "el principal autor del acto terrorista" -el texto no le describe como un sospechoso- que fue detenido el jueves junto con dos cómplices. Varias webs marroquíes aseguran, no obstante, que se llama Adil el Atmani y nació hace 25 años en Safi, a 300 kilómetros de Casablanca.

Autores intelectuales

Este joven "impregnado de ideología yihadista" y "admirador" de Al Qaeda -la organización terrorista no reivindicó el atentado- empezó hace seis meses a adquirir los productos necesarios, según había podido leer en Internet, para fabricar bombas. "Los escondió en casa de sus padres en Safi", según Charkaui.

No llegó a Irak ni a Chechenia pero, según el ministro, sí logró viajar a Libia, Siria y Portugal -la web Goug.ma indica que también estuvo en España- donde fue detenido y expulsado a Marruecos.

La policía marroquí aún no aclaró quiénes fueron los autores intelectuales de los bombazos que ensangrentaron Casablanca en 2003 -hubo 45 muertos- pero en una semana ha echado el guante a los autores del atentado de Marraquech. El ministro francés del Interior, Claude Guéant, que casi ha facilitado tanta información como su colega marroquí, dejó, no obstante, caer que pueden producirse más detenciones.

Pese a que el bombazo de Marraquech parece un golpe aislado, el Ministerio de Exteriores español aconsejó ayer en su web a los turistas que viajen a Marruecos que "extremen las precauciones y eviten las grandes concentraciones de personas".