Bruselas quiere eliminar los coches de gasolina y diésel en 2050
La Comisión Europea propone también que el tren sustituya a los transportes de carretera en los viajes de media distancia, en un plan para reducir las emisiones contaminantes
La Comisión Europea ha propuesto acabar con los vehículos convencionales de gasolina y diésel -en ciudades- en 2050 como parte de un plan más amplio para hacer más competitivo y menos contaminante el sector de los transportes. "Podemos acabar con la dependencia del petróleo que tiene el transporte sin sacrificar su eficiencia y sin comprometer la movilidad", ha explicado el comisario europeo de Transporte, Siim Kallas, al presentar la nueva estrategia de la CE para 2050 .
Bruselas se marca también como objetivos para las próximas cuatro décadas reducir un 40 % las emisiones del transporte marítimo, lograr que un 40 % del combustible que se utilice en aviación sea bajo en dióxido de carbono (CO2) y que la mitad de los desplazamientos de media distancia pasen de la carretera al tren y otros medios de transporte. Todo eso permitirá una rebaja total del 60 % de las emisiones contaminantes respecto a los niveles de 1990, asegura la CE, que aboga además por lograr un área única de transporte europeo para 2050.
Excepticismo
Las reacciones a esta propuestade la CE no han tardado en llegar. La organización ecologista Greenpeace ha estudiado el proyecto y ha asegurado que pese a esta mención al recorte de emisiones, la Comisión no propone ninguna estrategia coherente para alcanzar este objetivo y pospone las actuaciones necesarias en décadas.
Además, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) también ha comentado que, en su opinión, la CE envía la "señal equivocada". Para ACEA, no soluciona nada pedir una reducción en el uso de vehículos de motor sin ofrecer soluciones flexibles como ofrece el transporte por carretera, cuyo papel considera "capital".
Sin embargo Kallas ha insistido en que se trata de "objetivos realistas y muy ambiciosos" si se tiene en cuenta que está previsto que el transporte siga creciendo, y ha asegurado que se desarrollarán medidas más concretas en los próximos años.
Otra de las ideas de la CE es triplicar el volumen de la red europea de ferrocarril de alta velocidad para 2030. Para eso la Comisión Europea calcula que hará falta una inversión de unos 1,5 billones de euros en los próximos cuarenta años para llevar a cabo todos estos cambios.
Respecto a la sustitución de los combustibles tradicionales en el transporte por otros alternativos -una reducción del 50 % en 2030 y total en 2050- y al fomento del uso del coche eléctrico, el comisario ha explicado que se apoyará en facilidades fiscales, aunque no ha concretado detalles.
El objetivo de la Comisión es luchar contra la congestión y fomentar el desarrollo de corredores eficientes de transporte, así como mejorar la conexión entre aeropuertos y estaciones de tren. Para eso propone la separación entre propietarios de las redes de ferrocarril y las empresas que prestan sus servicios para hacer este sector más atractivo para la inversión privada.
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