Egipto elige Parlamento bajo denuncias de irregularidades

Egipto elige hoy un nuevo Parlamento en un clima que según las autoridades está resultando "tranquilo". Sin embargo la jornada electoral se ha visto empañada por las múltiples denuncias de intimidación a los votantes, la compra de sufragios y el rechazo por parte de las fuerzas de seguridad de algunos electores ante las puertas de los colegios. Grupos de derechos humanos y activistas de la oposición también han denunciado el hallazgo de urnas llenas antes de que se iniciaran los comicios a las 8 de la mañana de hoy (las 7 en la España peninsular).

Además, el hijo de un candidato murió apuñalado esta noche mientras trataba de colgar un folleto de apoyo a su padre. Sin embargo fuentes oficiales han señalado que no se trató de una cuestión electoral sino de un asunto amoroso y han asegurado que ya hay dos detenidos.

El portavoz del Ministerio del Interior, Tarek Atiyah, ha señalado que estas tensiones son las propias de la elevada competencia durante las elecciones. "Las quejas que hemos recibido hasta el momento no son graves y no son un obstáculo para el proceso, que de momento está siendo tranquilo", ha señalado el portavoz de la Alta Comisión Electoral, Sameh-Kashef. El Gobierno egipcio había insistido los días previos a los comicios en que se trataría de una elección libre y justa.

El partido gobernante, favorito

No se esperan grandes sorpresas en los resultados que dan como claro vencedor al gobernante Partido Nacional Democrático (PND) de Hosni Mubarak. El octogenario líder tomó el poder hace 29 años y mantiene al país bajo una Ley de Emergencia desde 1981. La duda es el número de escaños con los que logrará hacerse la oposición y, especialmente, los asientos en los que lograrán sentarse los Hermanos Musulmanes. Esta formación legalizada es tolerada por el régimen, que les permite presentarse como candidatos independientes. En 2005, los Hermanos lograron hacerse con el 20% del Parlamento al sumar 88 años, una hazaña que no confían en repetir. "No van a permitirnos alcanzar más de 10 asientos", señala Ahmed Abdelcrin, un miembro del partido en la circunscripción de Giza. "El PND ha decidido antes de que empiecen las elecciones quién ocupará los 508 escaños del hemiciclo", lamenta. La web de los hermanos musulmanes (http://www.ikhwanweb.com/), ha permanecido caída desde el principio de la jornada electoral.

La Asociación Egipcia para el Respaldo Democrático, la ONG que mayor número de observadores ha acreditado, unos 5.000, ha denunciado también que a muchos de sus representantes les han impedido el acceso, otros han sido expulsados y varios más han sido golpeados. Lo mismo ha ocurrido con los periodistas extranjeros registrados para cubrir las elección como comprobaron los corresponsales de EL PAÍS, a los que les fue denegado el acceso a cinco colegios electorales en distintos puntos de la ciudad, a pesar de que los informadores acreditados tienen permiso para entrar en los centros de votación.

La Policía impidió la entrada a EL PAÍS alegando que era necesario un permiso del Ministerio del Interior y una carta de la comisaría del barrio, requisitos que no fueron especificados cuando las autoridades del Gobierno dieron instrucciones para la cobertura de estos comicios.

Los Hermanos Musulmanes

Frente a los colegios visitados por EL PAÍS se agolpaban partidarios de diversos grupos de la oposición, entre los que eran mayoría los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes. Mohamed, un pediatra de 30 años, permanece parado frente al colegio Ramsés del barrio de las Pirámides, saca un papel de su bolsillo y muestra un permiso del Gobierno que le acredita para observar el proceso electoral y después señala la puerta cerrada del colegio ante la que gritan y pelean un centenar de personas. "Dejan a la gente salir y luego vuelen a entrar", explica. "Pero solo permiten el acceso a los que llevan papeletas para votar al partido del Gobierno o a los candidatos encubiertos que pertenecen al PND".

"Si preguntamos por qué no nos dejan pasar, nos dicen que son órdenes, pero, ¿órdenes de quién, de Mubarak?", grita una mujer blandiendo un cartel electoral con la foto de una candidata independiente. "Dicen que hay democracia pero cuando la gente viene no la dejan entrar. El régimen está mintiendo".

41 millones de egipcios están convocados a las urnas para elegir a 507 diputados, según confirmaron hoy las autoridades electorales. Uno de los escaños que estaba en disputa, reservado para mujeres, no será cubierto porque no se presentó ninguna candidata.

El negocio de comprar votos

Además, el negocio de la compra de votos ha vivido su apogeo con un elevado número de candidatos parlamentarios tratando de atraer a los posibles votantes con regalos. En los distritos de El Cairo de Nasr City y Heliópolis, los candidatos del Partido Nacional Democrático ofrecieron desayunos, camisetas y 200 libras egipcias (unos 30 euros) a cada uno de los votantes. Los precios de los votos varían dependiendo del distrito electoral, según observadores políticos en El Cairo. En los distritos de los barrios obreros de Dar al-Salam y Basateen, por ejemplo, los votos se pueden comprar a los estudiantes universitarios por 20 libras, mientras los de los adultos cuestan unas 200.

En los distritos de Omraniya y Haram, por su parte, en los que los niveles de vida son generalmente más altos, los votos han sido comprados por 500 libras en algunos casos, viéndose incrementado el precio en las últimas horas de la jornada electoral.