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Cameron anuncia el acercamiento a los liberal-demócratas para formar Gobierno

Sin embargo, no descarta gobernar en minoría.- Brown cede la iniciativa a Cameron para que forme Gobierno con Clegg.- La confusión gana las elecciones británicas al dejar al país sin un partido con mayoría

El candidato conservador, David Cameron, cuyo partido ha logrado el mayor número de votos tras las elecciones de ayer en Reino Unido, ha anunciado hoy que ha comenzado el acercamiento con otras organizaciones políticas para formar Gobierno, incluidos los liberal-demócratas, al quedar a pocos escaños de la mayoría absoluta. Sin embargo, el político no ha descartado gobernar con una minoría conservadora. Cameron ha asegurado que "ve muchas áreas de terreno común" con la formación de Nick Clegg, que ha quedado como tercera fuerza detrás de los laboristas. "Estamos listos para ofrecer un acuerdo amplio, abierto y global para compartir el poder con los liberal-demócratas", ha dicho Cameron.

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Una vez conocidos los resultados en 649 de las 650 circunscripciones de Reino Unido, los conservadores se han adjudicado 306 escaños, los laboristas 258 y los liberal-demócratas 57 escaños. El escaño 650 no se conocerá hasta el 27 de mayo, cuando se vote en la circunscripción de Thirsk y Malton, donde las elecciones se suspendieron por el fallecimiento de un candidato.

Al igual que Gordon Brown poco antes, el conservador se ha mostrado a favor de que debe considerarse una reforma del sistema electoral, una concesión para cortejar a los liberal-demócratas, que a pesar de haber perdido escaños, son clave para un nuevo Gobierno. En una intervención sin preguntas en la sede de su partido, Cameron ha agradecido al líder liberal Nick Clegg su disposición a concederle la primera oportunidad para forjar un Ejecutivo, como fuerza con la más amplia representación en el Parlamento.

Brown deja la puerta abierta

Gordon Brown ha vuelto esta mañana a Downing Street para dar una señal clara de que sigue siendo el primer ministro de Reino Unido después de que ningún partido consiguiera la mayoría absoluta en las elecciones generales de la víspera.

A la puerta de Downing Street, Brown ha hablado ante los medios de comunicación y ha dicho que seguirá siendo el primer ministro mientras sus rivales David Cameron y Nick Clegg no se posicionen ante la nueva situación política planteada ante un Parlamento sin mayoría. En su comunicado, leído con aparente relajación, Brown ha situado la economía y la reforma política como dos referentes importantes tras las elecciones, pero ha cedido la iniciativa a conservadores y liberales, que podrían alcanzar un pacto para la formación de un Gobierno de coalición.

Previamente, Downing Street ha emitido una nota esta mañana anunciando que, de acuerdo a las disposiciones constitucionales, ahora empezarán conversaciones políticas para ver qué partido o partidos consiguen el apoyo del Parlamento para gobernar. Porque, hasta entonces, Brown sigue siendo el primer ministro.

Los resultados son decepcionantes para todos. Para Gordon Brown porque los laboristas han sufrido una derrota clamorosa, con la pérdida de cerca de un centenar de diputados. Para David Cameron porque, a pesar de enfrentarse a un Gobierno desgastado por 13 años en el poder, por una recesión económica sin precedentes y por la impopularidad de su primer ministro, no ha logrado hacerse con la mayoría absoluta. Pero también por los liberal-demócratas, cuya exigencia de reforma electoral ha quedado más reivindicada que nunca pero que no han conseguido transformar en votos y en escaños la irrupción de Nick Clegg en la campaña electoral. Puestos a perder, ha perdido también el prestigio de Reino Unido al dejar a miles de electores sin poder ejercer su derecho al voto por problemas de organización en las mesas electorales.

Periodo de negociaciones

Se abre ahora un periodo de negociaciones políticas de las que difícilmente saldrá un Gobierno fuerte. Los conservadores consideran que Brown ha sido derrotado y que los votantes han dejado muy claro que no quieren que siga siendo primer ministro. Pero Cameron tiene aún que demostrar que él mismo es capaz de formar una mayoría que fuerce la dimisión del actual primer ministro.

El líder liberal-demócrata, Nick Clegg, se ha declarado esta mañana "decepcionado" por volver al Parlamento con menos escaños que antes "a pesar de que hemos logrado más votos y más porcentaje de voto que nunca". Clegg ha ratificado su posición de que los conservadores, con más votos y más escaños que nadie, deben ser los primeros en intentar formar Gobierno. Pero de su declaración pareció entenderse no tanto en el sentido de que Brown tenía que dimitir cuanto que Cameron debería ser el primero en negociar con los liberales un posible acuerdo de Gobierno. Y ha añadido que "lo que ha quedado claro en estas elecciones es que el sistema electoral está roto y no refleja la voluntad del pueblo".

Esta mañana tomaba cuerpo la posibilidad de que de estas elecciones acabe saliendo un Gobierno con dos objetivos fundamentales: asegurar la recuperación de la economía y ofrecer a los británicos en referéndum una propuesta de reforma electoral con la convocatoria de nuevas elecciones dentro de un año. Algunos analistas opinan que David Cameron debería llegar a un acuerdo con Clegg en esa línea, aunque luego pidiera el voto en contra en el referéndum sobre la reforma del sistema electoral.

Los comicios han sido más confusos aún de lo que predecían los sondeos. El trasvase de votos de los laboristas a favor de los conservadores no ha sido uniforme a lo largo del país, lo que hace mucho más difícil analizar qué ha pasado exactamente. Todos los partidos han ganado escaños que temían perder y han perdido algunos que daban por ganados.

En Irlanda del Norte, el ministro principal y líder del partido unionista, el DUP, Peter Robinson, perdió el suyo frente a la candidata de la Alianza, un partido no sectario que apoya con firmeza el proceso de paz. Su derrota parece más relacionada con las tribulaciones de su vida privada que con cualquier connotación política.

El líder de los conservadores, David Cameron, es fotografiado a la entrada de la rueda de prensa, donde ha obrecido a los liberales un acuerdo para formar gobierno.
El líder de los conservadores, David Cameron, es fotografiado a la entrada de la rueda de prensa, donde ha obrecido a los liberales un acuerdo para formar gobierno.

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