Al menos un millón de chiíes celebran en Kerbala una fiesta religiosa prohibida por Sadam
De momento no se han producido incidentes violentos
Al menos un millón de iraquíes chiíes (grupo musulmán mayoritario en el país), oprimidos durante cerca de tres décadas por el derrocado régimen de Sadam, celebran hoy en la ciudad de Kerbala, 110 kilómetros al sur de Bagdad, las festividades en honor del imán Husein. De momento no se han producido incidentes violentos en la ciudad, totalmente colapsada por la avalancha humana.
La jornada, la última de esta peregrinación al sepulcro del imán Husein, prohibida durante la depuesta dictadura, transcurre con relativa calma aunque los peregrinos que participan dan sobradas muestras de su pasión por la figura religiosa. En el centro de la ciudad tomada por peregrinos no se aprecia la presencia de soldados estadounidenses ni de ninguna otra fuerza militar.
Kerbala, escenario de violentos combates durante la pasada guerra por su posición estratégica, tiene 540.000 habitantes.
Patrullas de EE UU
Sin embargo, dos vehículos de combate Hunvee, con una decena de soldados estadounidenses, patrullan los alrededores de la ciudad. Además de cánticos en honor del imán, los peregrinos corean consignas contra depuesto régimen y el ex presidente Sadam Husein.
Cerca del 65 por ciento de los 26 millones de iraquíes son chiíes, frente a los suníes, pese a ser minoría han gobernado Irak desde el año 680, en que fue asesinado en Kerbala el imán Husein, nieto del profeta Mahoma. La muerte del imán Husein produjo el cisma en entre las dos ramas del Islam. En la actualidad alrededor de la décima parte de los musulmanes de todo el mundo, equivalente a unos 120 millones de fieles, son chiíes.
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