El administrador de Bagdad promete restablecer los servicios básicos
Jay Garner no aclara cuánto tiempo pasará para que la capital iraquí cuente con líderes políticos elegidos por los propios bagdadíes
El hombre que dirigirá Bagdad durante los primeros meses de posguerra ya se encuentra en la capital iraquí. Nada más aterrizar en la ciudad, el general estadounidense retirado Jay Garner ha dicho que su prioridad es restablecer el suministro de agua potable y electricidad, servicios básicos que dejaron de funcionar con los bombardeos aliados y con la posterior ocupación de Bagdad por tropas estadounidenses.
En todo caso, Garner ha querido matizar sus intenciones: "Yo no soy el gobernante de Irak, el gobernante de Irak será un iraquí", ha asegurado, aunque ha eludido fijar plazos a su labor y sólo ha dicho que permanecerá en el país "todo lo que haga falta".
Asimismo, el militar ha dicho estar "ansioso por que se lance el proceso de autogobierno, y tan pronto como lo hagan estén cómodos, nosotros también, les devolveremos todo". El general retirado ha insistido en que Estados Unidos no pretende imponer un gobierno. "Lo que nos importa es establecer un proceso democrático que permita la instalación de un gobierno que exprese la voluntad del pueblo".
Con esta intención, fuentes del Congreso Nacional Iraquí CNI), apoyado por EE UU y liderado por Ahmed Chalabi, han dicho que Garner se reunirá con miembros de esa agrupación. Chalabi anunció hace dos días que tras la administración de EE UU para la reconstrucción de Irak se formará un Gobierno provisional que elaborará una Carta Magna que será sometida a referéndum, para por último convocar elecciones parlamentarias. "Todo eso proceso durará dos años", dijo Chalabi, considerado el principal candidato de Washington para encabezar el gobierno provisional, pese a que él ha reiterado que no tiene ambiciones personales.
El 'ladrón de Bagdad' no convence a los iraquíes
En todo caso, Chalabi ya ha colocado a uno de sus hombres, Mohamed Muhsen al Zubeidi como gobernador provisional de Bagdad. El turbio pasado de Chalabi, conocido en Irak como el ladrón de Bagdad por un desfalco de cientos de millones de dólares del banco Petra de Jordania a principios de los noventa, no ha pasado desapercibido por la mayoría de los iraquíes, que temen una suerte de colonización a la americana.
"Hace tiempo que sonaron las alarmas, pero la llegada de Garner confirma nuestras sospechas", ha asegurado el analista político iraquí Husein Tokair. "El resentimiento y la oposición política a EE UU y sus cómplices están servidas, especialmente con estos puestos de control militar en Bagdad, que nos hace sentir como los palestinos en Cisjordania", ha añadido .
Los chiíes exigen en Bagdad la liberación del jeque Fartusi
Coincidiendo con la llegada de Garner a Badgad, miles de chiíes se han manifestado por las calles de la capital iraquí para reclamar la liberación de un dignatario religioso, el jeque Mohamed Fartusi, detenido según ellos junto a otras cinco personas por los soldados estadounidenses.
El Ejército de Estados Unidos no ha confirmado esta detención, que amenaza con aumentar la tensión con los chiíes, la comunidad mayoritaria en Irak, oprimida durante años por el régimen de Sadam Husein. El teniente Justin Morseth ha indicado que por el momento no podía confirmar estas detenciones. "No tenemos ninguna razón para detener a un dignatario religioso chií. Puede provocar protestas y actos de violencia y creo que tiene que haber un malentendido", ha agregado.
La multitud, que un militar estadounidense ha estimado en 5.000 personas, ha pasado varias veces por delante del hotel Palestina, en donde se aloja la prensa internacional y los estadounidenses han instalado su cuartel general.
Un comunicado distribuido a la prensa y firmado por "las masas populares del gobierno de Bagdad", ha denunciado la detención del jeque Fartusi, de los jeques Abdel Rahmán Shuili y Abdel Rahmán Fetlaui, así como la de tres de sus compañeros. En el texto se afirma que estos arrestos "recuerdan las métodos del tirano Sadam Husein y de su banda" y advierte de sus "graves consecuencias".
Además, los musulmanes chiíes han iniciado un peregrinaje hacia Kerbala. Centenares de miles de personas se dirigen hacia la ciudad santa iraquí para conmemorar el martirio de Husein, tercer imán del chiísmo y nieto del profeta Mahoma, que murió en el año 680 y fue enterrado en Kerbala. La caída del régimen de Sadam ha dotado a este peregrinaje, que se repite año tras año, de una dimensión política sin precedentes.
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