Más de 700 desaparecidos en el naufragio de un barco senegalés en Gambia

Unas 700 personas, entre ellas cinco turistas españoles, pueden haber muerto ahogadas al hundirse el jueves el transbordador senegalés Le Diola con 860 personas a bordo frente a las costas de Gambia. Sólo 50 personas han sido rescatadas con vida y se han recuperado 41 cadáveres.

Entre los desaparecidos, según ha confirmado la Oficina de Información Diplomática (OID), se encuentran cinco españoles. Tres de ellos, Margarita Jímenez Salvador y sus hijos Jorge y Lara Diez de Turanca, eran turistas llegados a la región de Casamance y los dos restantes, cuyas identidades se desconocen, procedían de unas vacaciones en la isla de Kasatan, en el sur de Senegal. Al parecer, los cinco embarcaron en el Le Diola con destino Dakar desde donde tenían previsto regresar a España este fin de semana. También una decena de turistas franceses podrían figurar entre las víctimas del accidente.

Hasta el momento sólo han podido ser rescatadas con vida unas 50 personas y han sido recuperados 41 cadáveres de la zona del siniestro. En Le Diola viajaban decenas de jóvenes escolares, integrantes de distintos equipos de fútbol que se dirigían a Dakar para participar en un torneo nacional.

Los equipos de rescate, integrados por barcos senegaleses, franceses y de otros países europeos, cada vez albergan menos esperanzas de hallar supervivientes, puesto que casi nadie puede sobrevivir tantas horas en el mar, agitado además por un temporal.

Sobrecargado con pasajeros y frutas

El buque cubría la ruta entre Dakar y Ziguinchor, la capital de la provincia meridional senegalesa de Casamance, y zozobró en la noche del jueves a causa del mal tiempo, según fuentes de la capitanía. Sin embargo, otras fuentes dudan de que ésta haya sido la causa principal del naufragio y apuntan a una mortal conjunción de fallos técnicos e incumplimiento de las normas de seguridad

Así, señalan que la embarcación tenía una capacidad máxima de 550 pasajeros sumados a los miembros de la tripulación, y que iba sobrecargada además con varias toneladas de mercancías, principalmente fruta. Además, el buque navegaba con sólo uno de sus dos motores pese a que había reanudado hace unos días sus viajes semanales tras haber sido sometido durante más de un año a diversas reparaciones mecánicas y estructurales.

"No hay que buscar tres pies al gato para comprender", ha declarado Amath Dansokho, secretario general del Partido de la Independencia y del Trabajo (PIT), que cuestiona la reparación. Según Dansokho, ha sido un error gravísimo reanudar las actividades del buque sin resolver totalmente los problemas mecánicos.

Por su parte, las autoridades senegalesas han decretado tres días de luto nacional en memoria de los fallecidos y durante ese período todos los espectáculos públicos, incluidos cines, teatros y otras exhibiciones de carácter cultural, han sido cancelados. Además, el presidente senegalés, Abdoulaye Wade, que regresó ayer al país tras una visita oficial a Francia, ha ordenado la formación inmediata de una comisión para investigar las causas del siniestro, el peor de la historia marítima de Senegal.