La ONU reconoce el fracaso de la campaña contra las finanzas de Al Qaeda
Un documento de Naciones Unidas asegura que en los últimos meses sólo se han bloqueado 10 millones de dólares de los 300 que se calcula que siguen en manos de la red terrorista
Un informe de la ONU revela que la campaña emprendida por EE UU y sus aliados tras los atentados del 11-S para bloquear la financiación de Al Qaeda ha sido un fracaso. Según el documento, cuyo contenido ha revelado hoy The Washington Post, el entramado terrorista que dirige Bin Laden continúa obteniendo dinero de la fortuna personal del millonario de origen saudí, así como de otras inversiones y efectivos que proceden de organizaciones caritativas.
De esta manera, según el diario, la red terrorista sigue obteniendo decenas de millones de dólares para futuros atentados.
Después de los ataques del 11 de septiembre, EE UU y otros países miembros de la ONU adoptaron una serie de medidas para congelar las cuentas de la red terrorista y bloquearon más de 112 millones de dólares en activos procedentes de miembros y sospechosos de apoyar a la organización terrorista.
El Consejo de Seguridad adoptó una resolución que requería a los 189 países de la ONU que bloquearan los activos a individuos que forman parte de una lista de Naciones Unidas -elaborada en la práctica por EE UU- de ser sospechosos vinculados con Al Qaeda.
En los últimos ocho meses sólo 10 millones de dólares han sido bloqueados, según se refleja en el informe realizado por un panel de la ONU encargado de revisar y controlar el embargo financiero y de armas, impuesto contra los miembros de Al Qaeda y sus asociados.
300 millones de financiación
El informe, que será presentado la próxima semana, ofrece una evaluación de la guerra financiera contra el terrorismo y señala que el grupo terrorista sigue siendo financiado por seguidores en el norte de Africa, Oriente Medio y Asia, que tienen inversiones de entre 30 y 300 millones de dólares.
Las cuentas de Al Qaeda incluyen inversiones procedentes de islas Mauricio, Singapur, Malasia, Filipinas y Panamá. Se sospecha, según el informe, que la red terrorista tiene cuentas bancarias bajo el nombre de intermediarios no identificados en Dubai, Hong Kong, Londres, Malasia y Viena.
Asimismo, se calcula que las donaciones privadas a la red terrorista alcanzan cada año los 16 millones de dólares y podrían ir en aumento. El documento señala que, aunque han habido éxitos iniciales de localización y congelación de activos, el grupo "continúa teniendo acceso a fuentes económicas y añade que muchas veces es "muy difícil identificar" de donde provienen los fondos.
The Washington Post cita una serie de factores que dificultan el bloqueo de activos de la red terrorista. Uno de ellos es que el grupo ha decidido cambiar los activos bancarios por metales y piedras preciosas, a las que se someten a un menor control en las fronteras.
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