El FBI reorganizará su estructura para hacer del terrorismo su principal objetivo
Desde el 11-S, la Policía Federal de EE UU ha sido objeto de numerosas críticas por ignorar los informes que alertaban de actividades terroristas
La credibilidad y eficacia del FBI están en cuestión. En las últimas semanas, el organismo de seguridad estadounidense ha recibido acusaciones por haber ignorado informes que alertaban de los ataques del 11 de septiembre. Para acallar estas críticas, la agencia se dispone a acometer una amplia reorganización de su estructura para hacer de la lucha antiterrorista su principal objetivo. Las nuevas directrices han sido dadas a conocer esta tarde por el fiscal general, John Ashcroft, y por el director del FBI, Robert Mueller.
En rueda de prensa, Mueller ha indicado que se aportarán recursos extraordinarios para impulsar esta prioridad y para combatir el espionaje dentro de Estados Unidos. El FBI deberá estar "abierto a nuevas ideas y críticas", ha añadido.
El director del FBI también ha anunciado un cambio cultural en la agencia, que deberá "compartir mejor la información con otras agencias" de seguridad. El cambio incluye una reorientación del FBI, que si antes se ocupaba de investigar los delitos, se encargará ahora de prevenirlos. Esto significa una labor de infiltración y vigilancia de la sociedad que el FBI dejó a un lado hace casi tres décadas, y para la cual contará con asesoramiento de la CIA, que lleva años apartada de las actividades de seguridad nacional. Para ello se creará una Oficina de Inteligencia que estará dirigida por un funcionario de la CIA, y que se ocupará de las actividades antiterroristas.
Otro de los cambios se refiere a las prioridades del FBI, especializado hasta ahora en la lucha contra el tráfico de drogas, el contrabando, los crímenes financieros e interestatales, los secuestros, asesinatos y robos de bancos. Desde ahora, la lucha contra el narcotráfico pasará a un sexto lugar en las preferencias, mientras que la primera será "la protección de EE UU contra los ataques terroristas", seguida por "la protección contra el espionaje extranjero". El "combate contra el crimen violento" -los asesinatos, robos a mano armada, violaciones- quedará en octavo lugar.
Mueller ha anunciado que el FBI contratará a más de 900 nuevos agentes, y redistribuirá el personal entre varias de sus divisiones, así como que se van a remodelar los sistemas informáticos.
Numerosas críticas
Desde que el 11 de septiembre cuatro comandos secuestraron aviones y los estrellaran en Nueva York, Washington y Pensilvania, lo que dejó miles de muertos, el FBI ha sido blanco de numerosos críticas, porque no supo atajar las actividades terroristas.
En las últimas semanas salieron a la luz pública informes según los cuales la policía federal -que se encarga de seguridad interna y del contraespionaje- recibió algunos indicios sobre actividades sospechosas de grupos de extremistas, pero no tomó medidas.
Además, están los fallos que permitieron que algunos de sus espías trabajaran para potencias extranjeras -véase el caso de Peter Hanssen, que espió para la URSS durante 25 años.
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