El Gobierno enviará unos 700 soldados a Afganistán antes de fin de año

El Gobierno ultima el envío de un batallón del Ejército a Afganistán, en torno a unos 700 militares, que será desplegado de inmediato con el fin de que esté operativo antes de fin de año. Por su parte, Gran Bretaña, que liderará el contingente, ha anunciado su intención de apotar entre 1.000 y 1.500 soldados.

Fuentes diplomáticas han informado del inminente acuerdo gubernamental de enviar un batallón, con sus respectivos mandos, a Afganistán, en el marco de las operaciones de apoyo a la normalización política del país, comprometidas este fin de semana por la UE en el Consejo de Laeken.

Este batallón español, que se unirá a otro italiano y a otro mixto germano-holandés, actuará bajo mandato de la ONU, en una fuerza que vigilará la aplicación de los acuerdos alcanzados por las distintas facciones afganas en la conferencia celebrada en Bonn.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha confirmado este envío de tropas y ha concretado que realizarán tareas humanitarias en la capital del país, Kabul, y sus alrededores, así como velar por la seguridad de las nuevas autoridades afganas.

Aznar ha señalado que la presentación de este contingente, que se producirá en las próximas horas en Londres, supondrá "la aportación española a los compromisos internacionales en la lucha contra el terrorismo".

Trillo: "Es prematuro hablar de números"

Sin embargo, el ministro de Defensa, Federico Trillo, ha señalado que "todavía continúan las conversaciones sobre cuál debe ser el contingente final" de paz para Afganistán, por lo que es "prematuro" hablar del número y de la forma y del tiempo de la distribución de tropas y, en concreto, de las que aporte España.

En ministro espera que sea la Comisión de Defensa del Congreso, donde comparece el miércoles próximo, quien primero conozca cuál es el contingente español finalmente fijado y cuáles son los planes para su traslado.

En declaraciones a la prensa, Trillo ha recordado que esta tarde se desplaza a la sede de la OTAN, en Bruselas, y que mañana se reunirá con sus colegas de los países dispuestos a contribuir a la fuerza multinacional para terminar de diseñar su composición, bajo liderazgo británico.

"No hay nada nuevo", ha enfatizado el ministro, quien ha reiterado la disposición del Gobierno a que efectivos de las Fuerzas Armadas participen en esa fuerza internacional.

Gran Bretaña prepara el terreno

Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, ha informado a la Cámara de los Comunes sobre la situación en Afganistán, tras la "brillante" victoria sobre el régimen talibán, y se ha referido a los preparativos para la fuerza multinacional de paz.

"La situación en Afganistán es frágil", ha señalado Blair, para quien el proceso político en ese país "está en pañales". En cuanto a la fuerza, el primer ministro ha señalado que el Reino Unido es "el país mejor posicionado para liderarla", pero ha precisado que todavía no se ha decidido el número de soldados británicos que serán enviados a Afganistán, que oscilará entre 1.000 y 1.500.

Mientras tanto, el general británico John McColl, futuro jefe de la fuerza de paz, ha llegado ya a Kabul en una misión preparatoria para el despliegue de esas tropas. McColl encabeza un equipo de reconocimiento y planificación que incluye a representantes de Francia, Canadá e Italia.

"Estoy aquí para evaluar y analizar el posible tamaño, la composición y el papel de la fuerza", ha señalado en rueda de prensa tras llegar a Kabul desde la base de Bagram, 40 km al norte de la capital afgana, donde se encuentra estacionado un contingente de guerra británico.

McColl se entrevistará mañana con Hamid Karzai, jefe tribal pastún que fue designado presidente del Consejo Interino (gobierno provisional) afgano, que asumirá el poder el día 22, según lo pactado en la conferencia interafgana de Bonn.

Asimismo, McColl charlará con el general Mohamed Fahim, ministro de Defensa del futuro gobierno que sustituirá al derrocado régimen de los talibanes. El general británico ha indicado que su intención es asegurarse de que se llega a un acuerdo con personajes clave de la administración afgana.

No obstante, "hasta este momento no se ha tomado ninguna decisión" al respecto, manifestó McColl en un comunicado. Aunque el despliegue de tropas está previsto en los acuerdos de Bonn, algunos líderes afganos, entre ellos el propio futuro ministro de Defensa, parecen ver con recelo la llegada de soldados extranjeros al país.

Hace varios días, el general Mohamed Fahim manifestó que las fuerzas internacionales de seguridad no deberían exceder de mil hombres, en contraste con los 8.000 soldados que, según algunos países, se precisan en Afganistán.