El mayor núcleo armado de talibanes cercano a Kabul se rinde a la oposición

La rendición, pactada dos días después de que las dos fuerzas rivales librasen intensos combates, pone fin al mayor núcleo armado de talibanes próximo a la capital de Afganistán. En las negociaciones, que se retomaron a mediodía y han culminado dos horas después, participaron el jefe local de los talibanes, el mulá Haji Mohamad, y el comandante de la Alianza del Norte, Maulana Fronsitjai.

Los talibanes de Maidan Sharar, en la provincia central de Wardak y colindante con Kabul, decidieron el pasado jueves retomar la lucha después de haber anunciado antes a la Alianza del Norte su intención de deponer las armas.

Los últimos detalles de la rendición se han cerrado muy poco antes de que expirase el segundo plazo establecido por la Alianza del Norte, a mediodía, y mientras preparaba a sus tropas para acometer una nueva ofensiva militar contra las posiciones de los talibanes.

Un convoy toma la zona

Una vez que los talibanes comunicaron su decisión de rendirse, un convoy militar formado por una decena vehículos que transportaban a un centenar de soldados, ha cruzado las líneas de los seguidores del depuesto régimen integrista.

Las negociaciones han tenido lugar en la pequeña aldea de Charki, situada en la ladera de una de las montañas en las que esta misma semana las tropas de la Alianza del Norte y los talibanes libraron fuertes combates.

Los talibanes, inmediatamente después de rendirse, han entregado a las tropas de la Alianza del Norte un helicóptero de combate y varias piezas de artillería.

"El jefe de los talibanes ha asegurado que entregaran mañana las otras armas en su poder", ha indicado el comandante Fronsitjai en una improvisada rueda de prensa en el camino que lleva a territorio de los talibanes.

La rendición del núcleo taliban de Maidar Sharar apuntala el control de la Alianza del Norte sobre Kabul y sus contornos, aunque esta aún distante el dominio absoluto de las provincias situadas al sur de la capital afgana.

El comandante Fronsitjai ha añadido que en principio no fue informado por el jefe de los talibanes, el mulá Haji Mohamed, de que en sus fuerzas estuviesen incluidos voluntarios árabes, chechenos u otros extranjeros.

Nada mas alcanzado el pacto, más de 40 camiones, autocares, y otros vehículos cargados unos hasta los topes de civiles, en su mayoría ancianos y niños, y otros con utensilios de hogar, han cruzado a territorio de la Alianza del Norte.

Temor a los saqueos

Los civiles de las zonas bajo la influencia de los talibanes temen que la entrada en sus aldeas de las tropas de la Alianza del Norte desencadene una ola de saqueos y ajusticiamientos similar a la que ya llevaron a cabo hace aproximadamente nueve años.

"Los civiles de las áreas en la que aun no ha entrado la alianza están horrorizados, porque además de combatientes también son unos grandes ladrones", ha señalado Ullah, uno de los muchos campesinos de Maidar Sharar que organizaba el traslado de su familia y sus pertenencias a otro lugar supuestamente más seguro.

A lo largo de la pasada noche, y al igual que en las anteriores, decenas de míseras casas de campesinos de Maidar Sharar han sido saqueadas por los soldados de la Alianza de Norte, populares entre la población afgana por su codicia desmesurada.