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EL MUNDO ÁRABE

Los musulmanes comienzan el Ramadán entre condenas a los ataques

El Pentágono reitera que las operaciones militares continuarán durante el mes sagrado de la oración y el ayuno

El Ramadán comienza hoy para millones de musulmanes en todo el mundo, que vivirán un mes dedicado a la oración y al ayuno en medio de la inquietud y el creciente rechazo que suscitan los ataques occidentales en Afganistán y la continuación de la violencia en los territorios palestinos. El Pentágono ha reiterado en las últimas horas que los bombardeos contra los talibanes no cesarán en estos días.

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Contexto:: Mundo musulmán

Varios dirigentes de países musulmanes, entre ellos el presidente paquistaní, el general Pervez Musharraf, habían pedido una suspensión de esos bombardeos en el mes sagrado, durante el cual los musulmanes deben, desde la salida hasta la puesta del sol, abstenerse de beber, comer, fumar y de mantener relaciones sexuales.

Sin embargo, EE UU no tiene intención de cambiar su estrategia militar por el Ramadán, especialmente ahora que empiezan a ver los frutos de su presión. Un portavoz del Pentágono ha señalado que, si bien son sensibles a la importancia que tiene para los musulmanes, saben que, después de seis semanas de ataques, no se puede parar ahora.

En Pakistán, y en contra de los esperado, el primer día del Ramadán ha transcurrido en calma y las masivas manifestaciones del pasado mes contra los ataques se han reducido a unos cientos de fieles, que ha proferido amenazas contra el general Musharraf.

Mientras tanto, en Jerusalén este, ocupado y anexionado por Israel desde 1967, decenas de miles de musulmanes han rezado en calma durante el primer viernes del Ramadán en la Explanada de las Mezquitas, que alberga la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar santo del islam.

Los fieles -unos 100.000 según la Policía y más de 50.000 según responsables religiosos- se han dispersado sin incidentes, mientras cerca de 2.000 policías israelíes han sido desplegados en la parte oriental de Jerusalén. Los agentes habían recibido la consigna de mantenerse firmes, actuando rápidamente ante cualquier provocación, sobre todo al lanzamiento de piedras.

En la localidad cisjordana de Ramala, unos 400 palestinos se han manifestado a favor de la continuación de la Intifada. Por su parte, en Jordania, el rey Abdalá II ha encargado a su tío, el príncipe Hassán, promover el diálogo interislámico, para exaltar el carácter moderado del islam, en un mensaje publicado por la prensa.

En los países del Golfo, a excepción de Omán, donde el Ramadán comienza mañana, los llamamientos para ayudar a Afganistán se han multiplicado. "En este mes sagrado, los musulmanes de todo el mundo deben mostrarse solidarios con los afganos y preocuparse por la suerte de este pueblo" víctima de los ataques estadounidenses que comenzaron el 7 de octubre, según indica el diario Al Charq.

Aplicación estricta de la 'sharia'

Para el periódico qatarí Al Watan, "la situación en el mundo musulmán no mejorará nunca sin una estricta aplicación del islam", mientras que "Occidente, dirigido por EE UU, continúa su campaña contra los musulmanes".

En las ricas monarquías, sobre todo en Arabia Saudí, que alberga los lugares santos de La Meca y Medina, la colecta de donaciones durante el Ramadán se ha concentrado este año en la ayuda a los afganos y a los palestinos.

Durante las oraciones en la mezquita de La Meca y la del profeta (Medina), los imanes han pedido a los musulmanes que "vuelvan al Corán y a los valores del islam". En Egipto, los imanes han centrado sus oraciones en las obligaciones de los musulmanes y la mayoría ha evitado evocar a Afganistán, aunque algunos de ellos han pedido a Dios que "ayude a los musulmanes frente a los infieles".

"Es doloroso que el mes del Ramadán coincida este año con una injusta campaña contra el islam y los musulmanes, que intenta deformar la imagen de esta religión describiendo a los musulmanes como terroristas", indica el editorialista del diario gubernamental Ajbar.

En Nigeria, el Ramadán ha comenzado en un contexto de gran tensión tras una serie de violentos enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, que han causado cientos de muertos en los últimos meses, por la imposición de la sharia (ley islámica) en 19 Estados del norte del país, de mayoría musulmana, desde enero de 2000.

Amenzas contra los "lugares de vicio"

Por su parte, en Indonesia, el primer país musulmán en número de practicantes, un grupo integrista amenazó ya ayer con quemar los "lugares de vicio" durante el Ramadán, a pesar de la decisión adoptada por las autoridades de Yakarta de cerrar los establecimientos nocturnos.

Ya en Irán, donde el Ramadán comienza mañana, al igual que en Marruecos o en Omán, el ayatolá Mohamed Yazdi ha pedido a los afganos que pongan fin a sus "conflictos internos", a la vez que ha acusado a Israel de "aprovecharse de la situación" en Afganistán y de ejercer un "terrorismo de Estado" para con los palestinos.

Mientras, el presidente de la comunidad musulmana de Francfort ha asegurado que el interés por el Ramadán ha aumentado entre los jóvenes desde los atentados del 11 de septiembre. "La comunión en el ayuno constituye una reacción a la mala imagen que se tiene del islam desde los atentados", ha apuntado.

En el lejano oriente, en China, donde hay 18 millones de musulmanes, las autoridades han pedido a los habitantes de la región autónoma de mayoría musulmana de Xinjiang (noroeste) que no celebren ritos religiosos durante el Ramadán, por los que se les ha prohibido ayunar y a las mujeres ponerse velos.

En Rusia, que tiene 20 millones de musulmanes, los líderes religiosos han pedido a Washington que ponga fin a los ataques en Afganistán durante el Ramadán, subrayando que la lucha antiterrorista se ha hecho "cada vez más antiislámica".

Miles de musulmanes indonesios rezan en la mezquita Istiqlal en Jakarta.
Miles de musulmanes indonesios rezan en la mezquita Istiqlal en Jakarta.REUTERS
Una mujer palestina reza ante la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, tercer lugar santo del islam.
Una mujer palestina reza ante la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, tercer lugar santo del islam.REUTERS

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