Gallardón niega que la revisión del catastro vaya a tener efectos "dramáticos" para el bolsillo

La revisión del catastro en Madrid no será el catastrazo que auguran los socialistas, según el alcalde y aspirante del PP, Alberto Ruiz-Gallardón. La medida, pedida voluntariamente por Gallardón, "no va a afectar tan dramáticamente a los ciudadanos como se dice", ha declarado en una entrevista en Telemadrid después de hacer hincapié en que es obligatorio cada 10 años. No obstante, ha reconocido que a partir de los cinco años es una decisión potestativa del Ayuntamiento.

A Madrid le tocaría en 2012, pero puede ocurrir que si un ayuntamiento no lo pide, no se realice y se llegue a duplicar el plazo, porque el Estado no actúa de oficio. Revisar el valor catastral de los inmuebles madrileños se traduce en un aumento del impuesto de bienes inmuebles (IBI). Según cálculos del propio Ayuntamiento, ingresará casi un 10% más gracias a la subida de esta tasa. Los dos millones de viviendas, garajes, trasteros y locales de la capital actualizarán su valor, lo que significará un aumento que puede oscilar entre el 20% y el 100% -el valor catastral equivale a la mitad del valor de mercado de un inmueble-.

Reitera su promesa de crear 150.000 empleos

A pesar de que el IBI subirá, el candidato del PP a la Alcaldía de Madrid se ha comprometido a no subir los impuestos municipales hasta que Madrid llegue a un crecimiento del 3%, lo que según las previsiones del propio Consistorio no se producirá en toda la legislatura. También ha vuelto a reiterar su promesa de que creará 150.00 empleos. Para llegar a esta cifra, ha reclamado que se reconozca la capacidad de los ayuntamientos para generar promover "dinamismo" en el mercado laboral y de hacer descender las cifras del paro. Como reflejo, Gallardón ha vuelto a recordar que en la capital la tasa de desempleo está siete puntos por debajo de la media nacional. Y esto es, a su juicio, consecuencia de "la política de inversión" municipal.

Siguiendo el argumentario de su partido, que trata de convertir estas elecciones locales y regionales en un plebiscito a Zapatero, Gallardón ha calificado de "crítica" la situación económica y ha culpado de ello a la incertidumbre y el "carácter cambiante" de Zapatero y a "no saber las políticas que se van a aplicar en los próximos años". "Votar el 22-M al PP es un mandato al presidente a Zapatero para abra un nuevo ciclo y haya elecciones", ha agregado. Por otro lado, el candidato del PP no ha querido confiarse por los pronósticos electorales que le dan de nuevo mayoría y ha criticado la posibilidad de que se produzca un pacto de Gobierno entre PSOE e IU. Este tipo de acuerdos, ha dicho, son "negativos" porque "porque el resultado no sería ni el programa del Partido Socialista ni el de IU, sino la suma de los dos".

A diferencia de sus anteriores mandatos, marchados por obras faraónicas como el soterramiento de la M-30 y Madrid Río, ha admitido que no habrá grandes proyectos los próximos cuatro años. El programa electoral no contiene promesas ambiciosas porque, según Gallardón, no tiene "garantías de financiación" y no se va a comprometer a nada que no pueda cumplir como, por ejemplo, una nueva candidatura a los Juegos Olímpicos. Según el alcalde, hay que esperar hasta conocer a sus posibles rivales y hasta saber si las Olimpiadas de invierno se celebrarán en Europa antes de plantearse la candidatura madrileña. En junio, ya se conocerán estos datos y la decisión, en todo caso, se tomaría por "consenso". Sobre la contaminación del aire de la capital, Gallardón ha vuelto a culpar al Gobierno de Zapatero por su política de incentivación de los vehículos diésel y le ha pedido que grave los vehículos en función del perjuicio que producen en el medio ambiente y no bajo criterios de potencia. El culpable de la boina de polución "no es el CO2, sino el dióxido de nitrógeno que producen los vehículos de diesel", ha justificado el candidato.

En su diario de campaña, esta mañana tocaba hablar de economía, en concreto de empleo, turismo y comercio, para lo que ha acudido al centro de información turística de la plaza de Colón, informa Daniel Verdú. Sobre el primer capítulo, ha vuelto a defender que podrá crear 150.000 empleos. Preguntado por de dónde saca ese número redondo, ha explicado que se basa en una estimación de crecimiento más prudente que la de los informes del BBVA y las previsiones del Gobierno, que calculan que en 2011 el crecimiento sea del 1,2% y, en 2012, del 1,5%. En cuando al turismo, ha señalado que su objetivo es que, gracias a las políticas de promoción de la ciudad, se llegue a los 10 millones anuales de turistas en 2015, dos más que hoy por hoy. Planea lograrlo creando nuevos productos temáticos y organizando grandes eventos.

También colocará más puntos de información turística -en el Palacio Municipal de Congresos, el Retiro, la Casa de Campo, Parque Juan Carlos I y Madrid Arena- y se fomentará el turismo en barrios que no se incluyen en los recorridos tradicionales como Lavapiés, Chamberí, Arganzuela o Madrid Río. El turismo supone el 9% del Producto Interior Bruto de la ciudad y da empleo a 190.000 personas, fue el último sector en entrar en cifras negativas y ha sido el primero en salir. Gallardón se ha comprometido además a promocionar la zonas comerciales de los distritos y a construir los mercados en Sanchinarro y Las Tablas -dos promesas incumplidas de la anterior legislatura-. El alcalde ha declarado que esta será la legislatura de las empresas y los emprendedores, que serán los "triunfadores" de los próximos cuatro años.