Un policía imputado en el caso Faisán se reconoce como la persona grabada saliendo del bar
El juez Ruz levanta el secreto sobre las actuaciones para reconocer a una persona grabada junto al local del chivatazo
El inspector José María Ballesteros reconoció hace unos días ante el juez Pablo Ruz que es él la persona que fue grabada el 4 de mayo de 2006 en las proximidades del bar Faisán, cuando supuestamente se produjo un chivatazo sobre una inminente operación antiterrorista. El magistrado ha levantado parcialmente el secreto del sumario sobre las pruebas realizadas para tratar de identificar a la persona que fue grabada por las cámaras de vigilancia apostadas en las inmediaciones del citado bar, propiedad de Joseba Elosúa, acusado de pertenecer al aparato de extorsión de ETA. Ballesteros, quien desde el principio de la investigación admitió que se encontraba en las inmediaciones e incluso en el propio bar en comisión de servicio, fue puesto en libertad provisional tras esta declaración.
El juez ha decidido levantar el secreto sobre todas las actuaciones tendentes a identificar a la persona que salió del bar en los momentos en los que se produjo el supuesto chivatazo. En el auto en el que levanta parcialmente el sumario, el juez escribe que el imputado ha reconocido "su presencia física en la totalidad de las imágenes tratadas como indubitadas correspondientes a la grabación de los hechos efectuada el día 4 de mayo de 2006".
Ballesteros compareció ante el juez el pasado día 10 para responder sobre su presencia en el bar en el momento de los hechos. Tras su declaración, el juez, a petición del ministerio fiscal, acordó la libertad provisional del inspector con la obligación de comparecer quincenalmente en el juzgado más próximo a su casa.
Una vez que el inspector ha reconocido, como ya hizo desde el principio de la causa, su presencia en la zona, el juez considera que ya no interesa mantener el secreto de las actuaciones sobre esta parte de la causa por lo que decide su levantamiento parcial.
El lugar en el que fue grabado el imputado, es decir, en la puerta delantera del bar "frente al edificio de las aduanas y las cabinas telefónicas", coincide con el punto por el que, según la declaración de Elosúa, salió de su bar la persona que ese día 4 de mayo de 2006 le pasó un teléfono móvil. Al otro lado de la línea, una persona le informó de la inminencia de una operación policial ordenada por el juez Fernando Grande Marlaska.
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