Bono garantiza a Rubalcaba su respaldo siempre que lo necesite

Digan lo que digan los megaempresarios, y en especial el principal banquero, Emilio Botín, el debate sucesorio no va a parar y domina todo lo que pasa en el PSOE. Todo se interpreta en función de esa duda que sobrevuela el partido. Basta ver lo que pasa cuando habla Alfredo Pérez Rubalcaba, principal candidato a la sucesión. Nada más subirse a la tribuna en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), arrecia, de nuevo, el "Sin ti no soy nada". Esta vez no eran unos pocos militantes murcianos. Eran miles de personas que abarrotaban un polideportivo, con cientos de personas en la puerta que no pudieron entrar para ver el gran acto de proclamación de José María Barreda, presidente castellano-manchego, como candidato. Barreda, en una fotografía también con mucha simbología interna, estuvo escoltado por el vicepresidente, el presidente del Congreso, José Bono, la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, y el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias.

Bono, mitinero donde los haya y casi siempre triunfador en su tierra, no desaprovechó la tribuna. Lanzó todo tipo de guiños internos y mensajes contundentes. Habló de Zapatero con cariño, pero casi como si fuera el pasado, y apoyó sin mucho disimulo a Rubalcaba para el futuro. Primero miró hacia atrás. Recordó la injusticia "inasumible e inaceptable" que se cometió con el expresidente Adolfo Suárez, maltratado por sus adversarios políticos, por la prensa y por su propio partido. Y al que ahora la historia incluye "entre los grandes hombres". Y ahí introdujo la referencia al actual presidente del Gobierno. "No hay derecho. Un hombre no es el culpable de todo lo que le ocurre al pueblo. Yo digo, ¿pero, no habéis mirado al otro? No es mejor Rajoy que Zapatero, ¿vamos a ser tan necios de no darnos cuenta?". El público aplaudía entusiasmado. Fue el que más habló de Zapatero -más del recuerdo que quedará de él que de su futuro-, los demás prácticamente le obviaron.

Bono lanzó un claro espaldarazo a Rubalcaba, que apostó por el presidente del Congreso en 2000, cuando se enfrentó a Zapatero por la secretaría general del PSOE. "Alfredo, has sido muchas cosas, quiero decirte que siempre que lo hemos necesitado nos has apoyado con el agua, con las carrereas, y cuando eras diputado por Toledo. En esta tierra y en quien te habla vas a tener siempre el respaldo que necesites. Es de justicia", remató Bono, tal vez pensando en esa deuda que tiene desde 2000.

Siguieron los guiños. Primero, dando por hecho que el PSOE tendrá en 2012 un candidato que pondrá a Mariano Rajoy "en el lugar chico que se merece". Después, lanzando un aviso a navegantes, que podría incluir al propio Barreda, al que sin embargo lanzó todo tipo de alabanzas y llamó "amigo". Era un mensaje dirigido a los miembros de su propio partido: "Un barco del calado del PSOE es un barco cuya tripulación sabe algunas cosas, y una de esas cosas es que cualquier alcalde o concejal que diga que quiere salvarse solo sobra en el barco, porque el barco se salva entero".

Estas declaraciones se producen un día después de que la élite económica pidiera a Zapatero en una reunión en La Moncloa que aplace el debate sucesorio y descarte el adelanto electoral. Pero los dirigentes no parecían hacerles mucho caso. El propio Barreda, después de pedir el voto porque el PSOE es la garantía, dijo, de que siga el desarrollo del estado del bienestar que ha permitido crecer a Castilla-La Mancha en los últimos 30 años, remató mirando a Rubalcaba: "Alfredo, cuando yo daba clase de historia en el colegio universitario de Ciudad Real les decía a mis alumnos que el futuro nunca se hace a partir de la nada. Tú has contribuido al presente de la España constitucional, eres un hombre de estado y con tu experiencia transmites confianza". Otro guiño evidente. Barreda desató muchos comentarios cuando la semana pasada dijo sobre Chacón: "Es una mujer joven, perfectamente preparada y con más futuro que pasado" y con unas "grandes posibilidades en su vida". Con este apoyo a Rubalcaba parece querer dejar claro que no está apostando por ninguno de los dos con claridad.

Contra la crisis y el desempleo

Tras los coros de la canción de Amaral, Rubalcaba, ha tomado la palabra para asegurar que los socialistas tienen un objetivo claro a batir en los próximos comicios. Pero no es Mariano Rajoy: "No queremos ganar a Rajoy, queremos ganar a la crisis y al desempleo". Curiosamente, es algo muy similar a lo que dijo el viernes Javier Arenas en Toledo: "Nuestro problema no es ganarle al PSOE; sino volver a ganarle a la crisis como en 1996, e intentar que las elecciones de mayo sea el primer brote verde".

No ha sido la única ocasión en la que Rubalcaba mencionó al presidente del PP. Poco después lanzó un guiño irónico al auditorio: "¿Sabéis con quién me he despertado esta mañana? Con Rajoy, que pronunciaba una de esas frases redondas que no entiende nadie". Tras la carcajada del público, el vicepresidente ha contestado al líder del PP, que había criticado el sábado en Toledo las últimas medidas aprobadas por el Gobierno. "Seguro que ni se las ha leído", concluyó Rubalcaba para regocijo general. En otro momento de su mitin, el vicepresidente ha acusado a Rajoy de no contestar a nada, porque espera que la crisis le lleve a La Moncloa.

Tanto Iglesias como Rubalcaba han coincidido en una idea: pese a los pésimos datos de paro recientes, ambos aseguran que la crisis está llegando a su fin. "Están un poco nerviosos", ha subrayado Rubalcaba en referencia al PP. "Es verdad que las cosas están cambiando, y lo ven venir; y han pasado a pedir que el árbitro pite el final" por miedo a la recuperación. "Es verdad que tienen razones para estar preocupados", ha añadido el vicepresidente. "Nos falta el empleo pero los empresarios dicen que las cosas están mejorando". Rubalcaba, como ayer Zapatero, se ha aferrado al apoyo de los megaempresarios para atacar a Rajoy, que a su vez se va a reunir mañana con 100 emprendedores de pymes, en un claro mensaje: Zapatero está con Botin, el PP con los pequeños empresarios que crean empleo.

Rubalcaba ha convertido su discurso, menos mitinero que los de sus compañeros y más didáctico, en una defensa de la historia del PSOE y de su apuesta por el Estado del Bienestar. Ha explicado que los recortes que se hacen ahora y la austeridad son para garantizar su viabilidad, y ha rematado, como Barreda, con la idea del miedo al PP, que podría acabar, explican, con lo logrado. Rubalcaba incluso pidió el voto para que el Estado del bienestar "no sea un pálido recuerdo de algo que pasó en el siglo XX". Barreda dijo que no está escrito que todo -se refería a Sanidad, Educación, Dependencia- tenga que seguir igual si llega el PP.

El polideportivo Antonio Díaz Miguel se quedó pequeño para acoger a todo el público que pretendía acceder al recinto. El acto iba a celebrarse en principio en la plaza de toros, pero el riesgo de lluvia llevó al PSOE a optar por el polideportivo. Ciudad Real será una de las plazas clave en los próximos comicios ya que es la única provincia castellano-manchega que tiene un número impar de diputados y podría inclinar la balanza de la comunidad a favor de uno de los dos grandes partidos. Un solo voto de diferencia allí podría dar la victoria. El PP, sin embargo, confía en lograr en Guadalajara -o Toledo- más de 10 puntos de diferencia y así sacar dos diputados más que el PSOE. Si eso sucede, sería irrelevante lo que pase en Ciudad Real. Si no, será clave.

Bono a Rubalcaba: "Vas a tener el respaldo que necesites"