Correa: "Lo de los mil millones a Bárcenas se ha malinterpretado"
El cabecilla de la trama Gürtel trata de explicar el contenido incriminatorio de una de las grabaciones recogidas en el sumario
Francisco Correa, el cabecilla de la red Gürtel, ofreció en su declaración ante el juez Pedreira, en la que hace grandes esfuerzos por negar todos los delitos que se le imputan, una explicación curiosa de una de las grabaciones , en la que se le escucha claramente decir: "Ya te he dicho que yo le he llevado a Bárcenas, a su casa y a Génova, 1.000 millones de pesetas por adjudicaciones de obras de la época de [Francisco Álvarez] Cascos".
Correa, como se puede comprobar en el archivo adjunto [en PDF] , señala que lo decía en sentido figurado, porque su empresa era muy barata y había hecho ganar mucho dinero al PP. "Yo a veces, cabreado, porque soy una persona con mucho carácter, digo cosas que a veces se malinterpretan", se justifica para ofrecer una explicación que incluso desata la ironía del fiscal, quien afirma: "Tiene usted una forma difícil de expresarse, le tiene que haber originado muchos disgustos".
Correa asegura que cuando decía que había llevado mil millones de pesetas a Bárcenas se refería en realidad a que había ahorrado mucho dinero al PP al cobrar menos a este partido por la organización de actos: "De vez en cuando, había un acto que no me daban a mí y se lo daban a [ininteligible] que es la mujer o novia de Costa, un chico que fue Ministro y yo me cogía tal rebote, tal cabreo, impresionante, y yo más de una vez, no lo he dicho una, sino mil veces, que los he ahorrado más de mil millones de pesetas".
Cascos se desentiende
Francisco Álvarez Cascos fue secretario general del PP entre 2000 y 2004, cuando Correa hacía sus primeros trabajos para el partido. Cascos desempeñaba además el cargo de ministro de Fomento en el Gobierno de Aznar. En aquellos años AENA, la empresa que gestiona los aeropuertos españoles que entonces dependía de Fomento, adjudicó casi todos los montajes para ferias en España y en el exterior a la red de empresas de Correa. Cada encargo costaba entre 30.000 y 300.000 euros. En cuatro años, la trama corrupta se llevó presuntamente cerca de cinco millones de euros en contratos.
En febrero de 2009 Álvarez-Cascos explicó a EL PAÍS que no tuvo "nada que ver" con ningún contrato entre las empresas de Correa y AENA. "Si se cometió alguna irregularidad, lo que a mí desde luego no me consta, se hizo sin mi consentimiento. Pero también hay que tener en cuenta que el señor Correa tenía una reputación como proveedor en el año 2000 que ahora evidentemente no tiene. Mucha gente contrataba con él de buena fe. En cualquier caso y aunque me extrañaría que hubiera irregularidades, si las hubo yo no tuve nada que ver con esos contratos. Ni siquiera me enteré de ellos en su día porque eran temas como organizar la participación de AENA en algunas ferias internacionales".
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