Bruselas respalda el plan griego pero le impone una vigilancia "sin precedentes"
Almunia descarta que se tenga que recurrir al FMI para rescatar a Grecia porque la UE tiene "suficientes instrumentos".- Papandreu se enfrenta a una ola de huelgas contra las medidas de austeridad
La Comisión Europea (CE) ha anunciado hoy la adopción de medidas de control sin precedentes en la Unión Europea (UE) para asegurarse de que Grecia endereza sus cuentas públicas y recupera la salud económica, en beneficio de toda la zona del euro, al tiempo que ha avisado de que exigirá medidas correctivas adicionales si detecta alguna desviación. "Es la primera vez que establecemos un sistema permanente de control, pero es necesario dadas las circunstancias", ha reconocido el comisario, Joaquín Almunia, que ha dado su última rueda de prensa como titular de Asuntos Económicos y Monetarios antes de pasar a ocupar Competencia. En su último acto como responsable de la Economía europea, el político español ha admitido que "Grecia, Portugal, España y otros países" de la zona euro comparten "problemas comunes".
El "duro" sistema de vigilancia anunciado por Almunia forma parte del "paquete de medidas integradas" que el Ejecutivo comunitario ha aprobado hoy para garantizar que Grecia cumple su compromiso de reducir el déficit hasta el 3% del PIB en 2012, en línea con lo contemplado en el nuevo programa de estabilidad heleno. La tutela comunitaria incluye un calendario de evaluaciones del cumpliiento de los objetivos que fija exámenes los próximos 16 de marzo, 16 de mayo y, a partir de entonces, cada tres meses. "Si (en estos exámenes) las cosas no van como queremos, cada vez que observemos problemas, vamos a pedir a las autoridades griegas que tomen medidas adicionales", ha avisado Almunia.
Grecia lleva desde octubre en el centro del huracán, después de que el Gobierno socialista recién salido de las urnas elevara las cifras de déficit público de 2008 desde el 3,7% hasta el 7,7% del PIB; y aumentara las previsiones para 2009 hasta el 12,7%. El 15 de enero, el Gobierno griego envió a la Comisión un ambicioso plan de austeridad con el que pretende reducir el déficit hasta el 3% en 2012, y ayer mismo, en vísperas del dictamen de Bruselas, el primer ministro volvía a anunciar más medidas drásticas de ahorro.
En el capítulo de ingresos, el Ejecutivo griego pretende llevar a cabo la eliminación de exenciones fiscales, aumentar los impuestos sobre el tabaco y alcohol y reforzar la lucha contra la evasión fiscal. En los gastos, el Gobierno recortará las pagas extraordinarias de los funcionarios, congelará las contrataciones en 2010, sólo sustituirá a uno de cada cinco funcionarios y congelará el 10% del presupuesto de cada ministerio. Almunia, que se ha pronunciado esta mañana sobre el plan de estabilidad griego, ha dicho que es "factible", y ha dado su apoyo a las autoridades griegas para que pongan en marcha acciones concretas para su cumplimiento. Almunia también ha descartado que el país requiera la ayuda del Fondo Monetario Internacional porque la UE tiene "suficientes instrumentos" y ha opinado que "la unión económica y monetaria es un éxito", en relación a las voces que han puesto en duda este extremo debido al caso griego.
Los mercados han interpretado el gesto como lo que pretendía ser, una señal de confianza hacia la economía griega, lo que ha provocado rebotes en el valor del euro, que en las últimas semanas ha sido castigado junto al bono griego. La Comisión Europea también tenía pendiente pronunciarse sobre el escándalo del sistema estadístico griego que, según un reciente informe de la CE, ha enviado a Eurostat datos falsos de manera reiterada. El Ejecutivo ha decidido hoy abrir un procedimiento de infracción al país al considerar que no ha respetado sus obligaciones de recoger y enviar estadísticas que sean exactas. En este sentido, Almunia también ha anunciado que la próxima Comisión enviará una propuesta jurídica al Consejo para aumentar los poderes de la oficina estadística comunitaria, Eurostat, a fin de que pueda auditar los datos estadísticos enviados por los estados en algunos supuestos.
El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, no sólo tiene que llevar a cabo el plan, sino que se enfrenta a una ola de huelgas de protesta, encabezada por los sindicatos del sector público y privado y de los agricultores. Papandreu ha subrayado hoy en Atenas que "en tiempos de crisis nacionales, el pueblo hace uso de una gran cohesión para superarlas" y que "no hay lugar para protestas y bloqueos". Pero los funcionarios de Hacienda y aduaneros han anunciado una huelga de 48 horas a partir de mañana, en protesta por estas medidas de austeridad. Además, el tráfico está paralizado en los puntos fronterizos del norte de Grecia, sobre todo con Bulgaria, donde los agricultores helénicos mantienen bloqueados con sus tractores desde hace tres semanas, la Unión de funcionarios civiles ha convocado a una huelga para el 10 de febrero y la Confederación de Trabajadores de Grecia a otra para el día 24.
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