"No es no" y un vestido no significa que "sí"
Están hartas de comentarios machistas o de jueces que consideran que hay distintos grados de violación. Una violación es una violación y ningún vestido por muy ajustado o sexi o insinuante que sea es una invitación para una agresión sexual. "No es no" y un vestido no significa "sí". Nunca.
El movimiento SlutWalk se generó en Toronto (Canadá) a principios de año después del insultante comentario de un policía de esa ciudad que durante una conferencia en la Universidad de Leyes de York se lanzó a recomendar que "la mejor forma de prevenir un asalto sexual es evitar vestirse como una fulana". El término usado por Michael Sanguinetti fue slut, que traducido al español viene a ser puta, guarra, fulana, putilla...
Otros grupos de mujeres vieron una buena oportunidad y decidieron copiar el movimiento generado en Canadá -las organizadoras de Toronto esperaban reunir en abril a unas 100 personas en una concentración y finalmente fueron 3.000- para poner al descubierto la permisiva cultura que rodea a los asaltos sexuales y violaciones. "Que no me digan cómo debo vestirme, que le digan al agresor que no viole" es el argumento fundamental de SlutWalk (Marcha de las Fulanas).
El pasado fin de semana, el movimiento reunió en Londres a más de 5.000 personas. No hace más que crecer y ya tiene grupos en Facebook en Asia, Australia y se extiende por Estados Unidos, donde ya ha habido manifestaciones en Dallas, Boston, Chicago y otras ciudades. La próxima cita estadounidense es el 19 de este mes en Seattle. Con el lema "¡Basta! Yo decido sobre mi cuerpo" y "No es no", el pasado domingo también tuvo lugar en Ciudad de México la Marcha de las Fulanas.
"Este movimiento pretende decirle a la sociedad civil, política, religiosa o cualquiera que sea su función en este país que no importa la vestimenta, el lugar, ni la compañía; nada justifica la imposición de relaciones sexuales o el acoso sexual. La mujer no provoca violencia ni agresión", señalaron las organizadoras de México. "No es no".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.