Un muerto y cien heridos en choques en Jordania
El ataque de grupos leales a la monarquía jordana contra manifestantes a favor de reformas en el reino concluyó ayer con un muerto y decenas de heridos en Ammán. Los grupos progubernamentales lanzaron piedras contra los manifestantes después del rezo del mediodía en la capital jordana. La policía antidisturbios separó a ambos bandos y disolvió la protesta con un cañón de agua. Desmantelaron además el campamento que cientos de manifestantes habían levantado la noche anterior en la plaza Gamal Abdel Nasser. Una fuente hospitalaria citada por la agencia France Presse elevó los heridos a 130. El primer ministro, Maruf al Bakhit, dijo que los choques eran "inaceptables" y acusó a los islamistas de provocar la inestabilidad.
"Cientos de personas bajaron de la contramanifestación a favor del rey que habían organizado en otra parte de la ciudad. Comenzaron a atacar y a tirar piedras a los que protestaban a favor de las reformas. Por primera vez en semanas la policía ha atacado a los manifestantes", explica Fahmi Khitan, reportero del Jordan Times presente durante los ataques. Kahiry Jamil Saad, 57 años, murió tras ser golpeado por la policía, según relató su hijo a la agencia Reuters.
Negociación rota
Se trata del incidente más grave desde que a principios de año dieran comienzo las manifestaciones a favor de la democracia y de una monarquía constitucional en el reino hachemí. En varios países de la zona, ha sido la violencia, ya sea policial o de matones que actúan en nombre de los intereses oficialistas, la que ha radicalizado las protestas. Ayer en Jordania, las reacciones no se hicieron esperar. Los representantes de las asociaciones profesionales, así como el sindicato de estudiantes, abandonaron la mesa de diálogo nacional impulsada por el Gobierno para acelerar las reformas y se sumaron al llamado Movimiento 24, que convocó a los manifestantes a través de Internet.
Izquierdistas, estudiantes, islamistas, líderes tribales y grupos profesionales que demandan mejores condiciones laborales componen el grueso de las manifestaciones. Las protestas, que no han sido excesivamente numerosas, obligaron sin embargo al monarca el pasado febrero a remodelar el Gobierno. Maruf al Bakhit, el nuevo jefe de Gobierno, prometió emprender reformas en profundidad, incluida una nueva ley electoral. Algunos manifestantes decidieron conceder un tiempo al Ejecutivo. Otros, como los Hermanos Musulmanes jordanos, siguieron saliendo a la calle para pedir una monarquía constitucional.
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