Los marines rescatan a dos pilotos de EE UU

Un avión de combate estadounidense F-15 Strike Eagle cayó en suelo libio por un fallo mecánico en la noche entre el lunes y el martes. Los dos militares de la aviación norteamericana que volaban en el aparato se lanzaron en paracaídas antes de que se estrellara en el este del país, y tomaron tierra en territorio controlado por los rebeldes levantados contra el régimen de Gadafi. El mando militar estadounidense aseguró ayer que ambos militares habían sido ya rescatados y que habían sufrido solo heridas leves. El almirante Samuel Locklear, comandante táctico de las operaciones aliadas en Libia, informó de que uno de los pilotos había sido localizado y "tratado con dignidad y respeto" por vecinos de un pueblo de la zona. El segundo militar fue, en cambio, rescatado por los marines.

La cadena de televisión británica Channel Four entrevistó a algunos de los vecinos en un hospital de la zona. Estos denunciaron que la unidad de rescate estadounidense abrió fuego e hirió a seis civiles, entre ellos un niño, que podría sufrir una amputación como consecuencia del disparo.

Un portavoz de los marines descartó al "100%" que civiles resultaran heridos por fuego abierto por tropas estadounidenses.

Obama, en conferencia de prensa desde San Salvador, comentó ayer este rescate. Expresó su alivio por el hecho de que los dos pilotos hayan sido rescatados en perfectas condiciones y recordó que desde el principio había advertido que "cualquier acción militar comporta riesgos para los soldados", informa Antonio Caño.

El Pentágono ha abierto una investigación sobre las circunstancias en que fueron recuperados los pilotos, aún algo confusas. Este incidente ha reabierto el debate sobre las razones por las que Estados Unidos está participando en este ataque. Obama respondió que la defensa de ciudadanos indefensos frente a un régimen tiránico forma parte de los intereses nacionales norteamericanos.