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Woerth dimite como tesorero del partido de Sarkozy

Antonio Jiménez Barca

El ministro de Trabajo de Francia, el muy cuestionado Eric Woerth, epicentro de varios escándalos que minan a Nicolas Sarkozy y a su Gobierno, dejará el 30 de julio su cargo de tesorero de la Unión para un Movimiento Popular (UMP), el partido de Sarkozy. Así lo aseguró ayer a la salida del Consejo de Ministros. Era una dimisión cantada. De hecho, el lunes, el ministro de Trabajo ya lo insinuó ("estoy reflexionando sobre ello", dijo) y, horas después, en una entrevista televisada, el mismo Sarkozy ahondaba en el asunto: "Le he aconsejado que deje de ser tesorero y que se centre en la reforma de las pensiones". Ayer, precisamente, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley de esta reforma, que deberá ser ratificada en el Parlamento francés en otoño.

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El ministro se ve acosado en varios frentes: por un lado, se le acusa de conflicto de intereses: su mujer, Florence Woerth, trabajó durante dos años como asesora financiera de Liliane Bettencourt, la heredera del imperio L'Oréal, con una fortuna de 17.000 millones de euros y varias cuentas en Suiza (y una isla) sin declarar. Durante el tiempo que su mujer asesoraba a la anciana millonaria, Woerth era ministro de Presupuesto y Cuentas Públicas, es decir, responsable último del fraude fiscal.

También se ha visto involucrado en un oscuro asunto de financiación ilegal del partido, y también relacionado con Liliane Bettencourt: la ex contable de esta millonaria asegura que el gestor de la fortuna, Patrice de Maistre, destinó 150.000 euros de la fortuna de la anciana a financiar la campaña de Sarkozy en 2007, y que la persona que recibió el dinero fue Woerth.

Sarkozy, en la citada entrevista, aseguró -como viene haciendo desde hace varias semanas- que mantiene su confianza en el ministro: "Es una persona honesta", dijo.

Eric Woerth.
Eric Woerth.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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