Sueldos más 'modestos', pero con pensiones y blindajes millonarios
La banca española es más comercial que de inversión y los 'bonus' pesan menos
En España, el tema de los sueldos de los banqueros no ha despertado tanta ira en la opinión pública como en otros países. El tipo de banca que realizan las entidades españolas es más comercial que de inversión, un matiz importante, puesto que explica que el peso que la retribución variable o bonus tiene en el conjunto de las remuneraciones de los directivos no sea tan importante como en los esquemas de compensación establecidos en los bancos de otros países, más activos en operaciones de titulización, derivados y movimientos corporativos.
El negocio más tradicional de los bancos españoles, y una legislación mucho más férrea por parte del Banco de España, les ha permitido también esquivar con mayor fortuna que muchos de sus rivales la crisis de liquidez originada por las hipotecas basura y los activos fuera de balance. Eso sí, las entidades españolas han tenido sus propios activos tóxicos en forma de préstamos a promotores inmobiliarios. El Gobierno español, salvo en el caso de Caja Castilla La Mancha, no ha tenido que usar de manera directa fondos públicos para salvar a entidades al borde de la quiebra. No obstante, ha activado sistemas de ayuda indirectos como el fondo de recompra de activos bancarios o el famoso fondo de reestructuración.
Entre los bancos cotizados hay 75 directivos con contratos blindados
Las entidades tienen compromisos en pensiones valorados en 524 millones
En relación con la cumbre del G-20, España ha cerrado filas en torno a la postura común que llevará la Unión Europea a la cita de Pittsburgh y que pide una reforma en profundida de los sistemas de compensación en el sector financiero, incluyendo sanciones a aquellas entidades que no limiten los salarios excesivos.
¿En qué medida pueden afectar a los banqueros españoles las medidas que acuerden los líderes mundiales? "Los bancos españoles están dispuestos a aplicar cualquier norma que emane de las autoridades supervisoras", explican fuentes de la Asociación Española de Banca (AEB). Sin embargo, la patronal bancaria matiza que sus asociados no practican de forma significativa actividades de banca de inversión y, en consecuencia, no han necesitado utilizar los sistemas de retribución basados en incentivos propios de este negocio y que son una de las causas de la crisis. "Por tanto, no es previsible que los bancos españoles vayan a resultar particularmente afectados por las decisiones que pueda adoptar el G-20".
La AEB ve conveniente poner límites a aquellas prácticas que incentiven la toma de riesgos excesivos. No obstante, la asociación entiende que la política retributiva de cada entidad constituye un factor diferencial de su estrategia competitiva, por lo que cualquier legislación que se establezca "debería ser compatible con la capacidad autónoma de decisión de los órganos de gobierno de cada institución".
Las cajas de ahorros también se muestran abiertas a implantar cualquier medida que surja del G-20. El presidente de su patronal (CECA), Juan Ramón Quintás, ha señalado esta semana que dos de los aspectos más importantes son dar de más transparencia a los sueldos y establecer unos objetivos claros y razonables a los cuales ligar los sistemas retributivos.
Los banqueros españoles que más cobran son Alfredo Sáenz y Francisco González. El primero, consejero delegado del Banco Santander, obtuvo en 2008 una paga fija y variable de 9,3 millones de euros y un aumento de su fondo de pensiones de otros 12 millones. En el caso del presidente del BBVA, cobró 5,7 millones de paga fija y variable, 11,22 millones de aumento de pensión y 3,3 millones en acciones.
Estas cifras, aunque altas si se comparan con los salarios medios, son modestas con relación a las cantidades que se pagaron en Wall Street o en la City londinense a los banqueros durante el boom económico previo a la crisis. En 2007, sólo en salario fijo y bonus, banqueros como Richard Fuld (Lehman Brothers), Stan O'Neil (Merrill Lynch) o James Cayne (Bear Stearns) ganaron 34 millones de dólares, 91 millones y 38 millones, respectivamente.
En el primer semestre de 2009, la retribución conjunta de los consejeros y miembros de la alta dirección de los bancos del Ibex 35 fue de 64 millones, un 38% menos que en 2008. Esta caída se ha debido sobre todo a que en 2008 los directivos del Banco Santander ejecutaron un programa de opciones sobre acciones. En el caso de las siete principales cajas, el sueldo agregado de sus directivos en el primer semestre subió un 2% hasta los 24 millones.
Entre 2005 y 2008, los resultados y el tamaño de las entidades financieras españolas crecieron de manera importante. Durante estos años, los sueldos también experimentaron una sustancial subida. En 2008, la remuneración de los consejeros y directivos de los bancos cotizados y de las siete mayores cajas fue de 275 millones, un 46% más que en 2005. Además, las entidades tienen compromisos en materia de pensiones con estos directivos por valor de 524 millones.
Entre los bancos españoles está extendida la práctica de blindar a sus ejecutivos. En total, 75 directivos gozan de este tipo de cláusulas. Si el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, sufriera un despido improcedente, tendría derecho a pasar a la situación de jubilación, devengando un complemento de pensión que en diciembre de 2008 era de 1,87 millones de euros. En el caso de Alfredo Sáenz, podría optar a pasar a la situación de jubilación o cobrar, alternativamente, una indemnización equivalente al 40% de su salario fijo anual multiplicada por el número de años de antigüedad en el sector con un máximo de 10 veces su salario fijo.
Por su parte, los consejeros ejecutivos del BBVA tienen reconocidas indemnizaciones que de haberse ejecutado en 2008 hubiesen dado lugar a pagos de 80,8 millones para Francisco González, 60,99 millones para José Ignacio Goirigolzarri y 13,9 millones para José Maldonado.
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