El consejo de CCM pidió la dimisión del director al conocer las fuertes pérdidas

En toda crisis, los peores momentos son los finales, cuando los nervios acumulados elevan la tensión al máximo. En el caso de Caja Castilla La Mancha (CCM), el viernes 21 de marzo se asomaron al precipicio y el domingo se acabó todo.

Ese día se produjo la reunión con Unicaja, en la que hubo fuertes desencuentros entre el consejero de Economía de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y los responsables del Banco de España ante la negativa de la entidad a fusionarse con CCM. A continuación se activó el plan B. El siguiente movimiento del supervisor fue llamar a capítulo al director general de la caja castellano manchega, Ildefonso Ortega, el primer ejecutivo. Este responsable recibió un borrador de acta del Banco de España en el que rehacía las cuentas de la entidad con drásticos recortes del beneficio. Frente a los 30 millones de resultados de 2008, adelantados por CCM, el organismo dirigido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez establecía unas pérdidas superiores a los 300 millones. La razón del cambio eran las enormes provisiones de la cartera de renta variable, unos 200 millones, y de los créditos, una cantidad similar.

La entidad tuvo ayer más retiradas de depósitos que el lunes

Ortega lo comunicó urgentemente al presidente, Juan Pedro Hernández Moltó, que convocó un consejo informativo ese mismo día en Cuenca. Asistieron todos los miembros y gran parte del comité directivo. La noticia cayó como una bomba. Los consejeros se sintieron engañados por el primer ejecutivo al que acusaron de no haber informado de la situación real de la caja y de las enormes provisiones que necesitaba. Algunos de los presentes recordaron que ellos no eran ejecutivos, frente a Ortega, que había firmado todas las operaciones. Los consejeros temieron ser los primeros paganos de la crisis de la entidad, como se confirmaría dos días después. Buena parte de ellos pidieron la dimisión del primer ejecutivo y su relevo por José Luis Rodríguez, director adjunto. Algunos también pidieron la marcha de Rodríguez, pero la propuesta encontró menos eco. Los consejeros querían que la salida de Ortega se aprobara en el consejo de ayer martes. Sin embargo, ese consejo nunca se celebró porque el domingo se intervino CCM.

El lunes y el martes, los tres administradores del Banco de España han mantenido reuniones con los ejecutivos para pedirles un esfuerzo adicional y han comunicado tranquilidad a la plantilla. Hasta ahora, todos siguen en sus puestos, aunque fuentes del mercado dan por hecho que los dos primeros ejecutivos saldrán de la entidad. Fuentes de CCM y del Banco de España negaron tener información sobre este asunto.

Ayer, la agencia de calificación de riesgo Fitch dijo que estudiaba mejorar el rating de CCM tras la intervención. Según los últimos datos que controló el consejo de CCM, la morosidad de febrero se situó en casi en el 6%, frente al 5% de diciembre.

Mientras tanto, la obsesión de Caja Castilla La Mancha es transmitir tranquilidad a la clientela. Sin embargo, según fuentes internas, ayer fue un día peor que el lunes, con retiradas de decenas de millones. Por otro lado, Hernández Moltó dimitió como consejero de Iberdrola Renovables, donde representaba a la caja.