Izquierda Unida atribuye la pérdida de cuatro escaños a que el voto útil ha ido al PSOE
Gaspar Llamazares asegura que siente la victoria de la izquierda "como propia"
Izquierda Unida asumió ayer su "severo retroceso", en palabras de su coordinador general, Gaspar Llamazares, con amargura agridulce. Se oyeron aplausos cuando la televisión anunció la victoria del PSOE. Y enseguida cundió una sensación de injusticia. Las caras largas de los dirigentes trataban de explicar el resultado. Todos encontraron un culpable unánime: el voto útil, que en la situación de excepcionalidad vivida ayer funcionó hasta llevar a Izquierda Unida a cinco diputados, sólo uno por encima del resultado de 1982.
"El pueblo español ha sabido derrotar a una derecha autoritaria y mentirosa", clamó Llamazares con los ojos enrojecidos, rodeado de los dirigentes más importantes de la federación. La apuesta del coordinador general siempre había pasado como primer objetivo por colaborar en la derrota del PP. Todos los dirigentes habían asumido que esa era la prioridad. Pero nadie pensaba que, a cambio de obtener ese premio, IU se llevaría un golpe tan fuerte. En un discurso emocionado, aplaudido por sus seguidores, Llamazares habló de "severo e importante retroceso" que deberá hacer "reflexionar" tanto a él como a toda la dirección. No habló de otro tipo de consecuencias.
A pesar de todo, el líder quiso dejar claro que, pese a las dificultades, IU "sigue aquí, y continúa fuerte". La bajada en apoyos es mucho más significativa en escaños que en votos, algo que achacó a un "sistema electoral injusto". Pero tampoco quiso extenderse en las excusas, porque ayer quería asumir el resultado sin tapujos.
Desde los primeros datos, los dirigentes eran mucho más conscientes de la gravedad de la situación que los militantes. IU siempre mira de reojo al PSOE, y la victoria de los socialistas animaba tanto a la base de IU, sobre todo porque se marcha el PP, que a ratos parecía más la sede del PSOE que la de la federación. Llamazares también miró hacia ese lado de la moneda cuando dijo que "se abre una nueva etapa progresista y demócratica frente al autoritarismo".
La injusticia del resultado, para los dirigentes de IU, tiene otra vertiente. En el momento de excepcionalidad vivido en las últimas horas, IU cree que su participación ha sido fundamental para que los ciudadanos fueran conscientes de lo que estaba pasando. De hecho, el PSOE se desvinculó por completo de la manifestación frente a la sede del PP, que se comprobó como clave para presionar al Gobierno a decir la verdad sobre sus investigaciones. IU no se desvinculó en absoluto de esa protesta. Algunos dirigentes de IU temían que el ambiente de máxima tensión que se produjo en las últimas horas antes de la jornada electoral les perjudicara, aunque nunca se imaginaron un batacazo tan grande. Ellos han sido los más críticos con la gestión de la crisis que ha hecho el PP, al que han acusado desde el primer momento de "escandalosa manipulación".
El análisis por comunidades del resultado lleva a otra conclusión. La coalición IU-IC-V saca dos diputados por Madrid (tenía tres), dos por Barcelona (tenía uno), y uno por Valencia. Los resultados son desastrosos en Andalucía, donde pierde los tres. Es allí donde se ha producido una menor renovación en las listas (repetían los tres candidatos), y donde la federación parece haber conectado peor con el voto emergente de IU, el de esos jóvenes que surgen de los colectivos antiglobalización y ven en esta fuerza el representante ante en las instituciones de esa protesta que ellos llevan a la calle.
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