Una ONG califica los atentados suicidas palestinos como crímenes contra la humanidad
Human Rights Watch denuncia la participación de niños en la Intifada
Los ataques suicidas palestinos, el asesinato de civiles israelíes y la participación de niños en la Intifada han sido denunciados por la organización humanitaria internacional Human Rights Watch (HRW), que en un extenso informe que se hará público hoy, califica las dos primeras acciones como 'crímenes contra la humanidad'. Es la crítica más dura que ha recibido el movimiento de resistencia palestino por parte de una organización de derechos humanos desde que comenzara la segunda Intifada. Han muerto 250 civiles israelíes en estos atentados desde el inicio de 2001.
En sus 170 páginas, el texto titulado Borrados en un momento: ataques suicidas con bombas contra civiles israelíes, HRW repasa los atentados suicidas perpetrados oficialmente por los grupos palestinos Hamás, Yihad Islámica, Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y el Frente Popular para la Liberación de Palestina. En total, desde comienzos de 2001, 250 civiles israelíes han muerto en estos atentados y más de 2.000 han resultado heridos. Además, 52 palestinos murieron por su acción suicida. 'La gente que realiza los atentados suicidas no son mártires, son criminales de guerra, y lo mismo son aquellos que planifican y apoyan estos atentados', señaló el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth.
HRW pide además que se someta a investigación criminal a los líderes los movimientos radicales palestinos. 'Han animado, apoyado y ordenado ataques suicidas contra civiles israelíes y han asegurado que ellos tenían la capacidad de evitar que ocurrieran', explica el documento.
Tampoco se libra la Autoridad Palestina (AP), presidida por Yasir Arafat, de las críticas por las matanzas de civiles israelíes. 'Ha fracasado en la adopción de medidas capaces de detener esos ataques o de llevar a los responsables ante la justicia, y por este fracaso ha contribuido a crear una atmósfera de impunidad'. A pesar de las críticas a Arafat, la organización deja muy claro que en la investigación que ha realizado sobre el terreno, 'HRW no ha encontrado pruebas de que Arafat o la AP planearan, ordenaran o llevaran a cabo ataques suicidas o de otro tipo contra civiles o que fueran capaces de ostentar el control sobre los grupos que los realizan, incluyendo a las Brigadas de Al Aqsa, brazo armado de la organización política de Arafat, Al Fatah'.
La organización internacional rebate el argumento empleado por dirigentes de Hamás y de Yihad Islámica, según el cual prácticamente todos los israelíes son reservistas y, por tanto, objetivo legítimo de las acciones terroristas. 'Visten con ropa de civil cuando están en Israel, y de militar cuando se encuentran entre nosotros', señalaba el jeque Shaikh Yassin en una entrevista concedida a Al Hayat el pasado 22 de mayo. 'La ley humanitaria internacional lo deja muy claro', señala el informe, 'incluso los reservistas y los soldados fuera de servicio que no se encuentran en ese momento bajo la disciplina militar de las Fuerzas Armadas son considerados civiles'. Otro de los argumentos palestinos que rechaza HRW es que la desproporción de medios entre israelíes y palestinos justifique los atentados suicidas. 'No tenemos ni aviones F-16 ni helicópteros Apache, pero ahora tenemos un arma contra el que ellos no pueden defenderse', afirmaba en agosto al diario The Washington Post el portavoz de Hamás, Abdelaziz al Rantisi. 'La prohibición de atacar a la población civil es absoluta, y no se puede justificar en la disparidad de fuerzas de los oponentes', señala HRW.
La participación de niños palestinos en los choques con los soldados israelíes es condenada en el informe que subraya que 'la AP debería poner en marcha acciones contra el reclutamiento y la utilización de niños en las hostilidades'.
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