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Divisiones en la Alianza del Norte paralizan las negociaciones de Bonn

El presidente Rabbani se niega a aprobar la lista del futuro Gabinete de Afganistán

Las diferencias internas de la Alianza del Norte bloquearon anoche en plena recta final las negociaciones para formar un Gobierno provisional en Afganistán. Cuando parecía que el acuerdo entre los cuatro grupos afganos reunidos en Bonn era inminente, el máximo líder de la Alianza, Burhanudin Rabbani, se negó a aprobar desde Kabul la lista de integrantes del futuro Gabinete presentada por su propia delegación.

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El desacuerdo entre Rabbani y el jefe de la delegación de la Alianza, Yanus Qanuni, fue confirmado por los observadores occidentales que asisten a la reunión, entre ellos el estadounidense James Dobbins. A última hora, la ONU rechazó una propuesta de la Alianza para aplazar 10 días las negociaciones. Si Qanuni y sus delegados decidieran seguir adelante sin el visto bueno de Rabbani, como apuntaban anoche algunos observadores, se abriría una crisis interna de imprevisibles consecuencias en la coalición multiétnica que controla Kabul y buena parte de Afganistán.

Poco antes de que trascendieran las divisiones internas de la Alianza, la ONU confiaba en que se pudiera llegar a un acuerdo este fin de semana, pero el éxito de la conferencia parecía anoche en el aire.

Por la mañana se supo que la delegación de la Alianza del Norte había sufrido una baja significativa. Descontento con la representación de la etnia pastún en las conversaciones, Haji Abdul Qadir, un influyente líder del este de Afganistán, abandonó el jueves por la noche la sede de la reunión. La ONU restó importancia a la marcha de Qadir y señaló que las negociaciones continuarían sin él.

La incapacidad para presentar una lista de Gobierno provisional y la deserción de Qadir pusieron de manifiesto las dificultades para mantener la unidad dentro de la Alianza, una heterogénea coalición fundada para combatir a los talibanes por grupos que lucharon encarnizadamente entre sí en el pasado y dejaron Kabul en ruinas. El grupo está compuesto principalmente por tayikos, uzbekos y hazaras, aunque también cuenta con pastunes, la etnia que representa aproximadamente el 40% de la población.

Burhanudin Rabbani, aún reconocido por la ONU como legítimo presidente de Afganistán, regresó a Kabul hace dos semanas, tras la huida de los talibanes. De etnia tayika, es el máximo dirigente de Jamiat-e-Islami, principal partido de la Alianza. El jefe de la delegación en Bonn, Yanus Qanuni, es el ministro del Interior y máximo responsable de la seguridad en Kabul.

Oportunidad histórica

Presionadas por los observadores de 18 países para que aprovechen una oportunidad histórica de reconstruir su país, las cuatro facciones afganas reunidas en un lujoso hotel cercano a Bonn deben ultimar los detalles de un acuerdo con tres ejes fundamentales: la formación de un Gobierno y un Parlamento provisionales, el despliegue de una fuerza multinacional que garantice la seguridad durante la transición y el papel que tendrá en el proceso el ex rey afgano Mohamed Zahir Shah, exiliado en Roma. 'Estamos avanzando centímetro a centímetro hacia un acuerdo', dijo el portavoz de la ONU, quien no descartó que las conversaciones puedan prolongarse hasta el domingo. 'No queremos abusar de la hospitalidad de nuestros anfitriones alemanes', ironizó Fazwi, 'pero si necesitamos un día más, estaremos un día más'.

Además, la Alianza del Norte seguía bajo presión para aceptar el despliegue inmediato de una fuerza de seguridad en Afganistán. Las otras tres facciones (el Grupo de Roma, la Asamblea de Peshawar y el Grupo de Chipre) consideran imprescindible que se garantice la seguridad para que la transición pueda comenzar sin sobresaltos, especialmente en Kabul. La ONU señaló ayer que la falta de seguridad está obstaculizando la distribución de ayuda humanitaria.

Por su parte, la asociación Reporteros sin Fronteras exigió a la Alianza del Norte que garantice la seguridad de los periodistas en Kabul y las partes de Afganistán que controla. 'Pedimos a las cuatro facciones reunidas en Bonn que se comprometan a dar protección a los periodistas y que les permitan hacer libremente su trabajo', dijo el secretario general de la asociación, Robert Ménard. 'La Alianza del Norte miente cuando dice que hay seguridad total en Afganistán', añadió. Ocho periodistas han muerto en Afganistán en los últimos dos meses.

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