El Pentágono prevé juzgar en buques de guerra los casos de terrorismo
Bases como Guantánamo, en Cuba, posibles sedes de los tribunales
El Pentágono desarrolla ya la orden del presidente George Bush de crear tribunales militares para juzgar a presuntos terroristas. De momento, considera el uso de barcos de guerra o bases militares en el extranjero como sedes de los tribunales marciales. Bush dio la orden, el 13 de noviembre, no en forma ejecutiva, como corresponde al presidente, sino por la vía militar, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Los detalles corresponden a los mandos del Pentágono, que estudian la posibilidad de realizar los juicios a bordo de buques de guerra o en bases militares en el extranjero, como la de Guantánamo (Cuba), para asegurarse de que todo el proceso se mantendrá en secreto, como exige el presidente.
Sólo se hará público el nombre del acusado y la sentencia impuesta; todo lo demás puede quedar oculto durante años, o décadas. El diario The New York Times resumía ayer lo que por el momento se sabe sobre los tribunales militares. No habrá jurado, por ejemplo, sino comisiones de oficiales; a diferencia de los juicios civiles, en los procesos castrenses por terrorismo la carga de la prueba caerá sobre el acusado y los abogados -que pueden ser oficiales impuestos por el presidente del tribunal-; no tendrán acceso a todos los documentos de la acusación; para pronunciar sentencia no hará falta que la culpabilidad sea establecida 'más allá de toda duda razonable', como exigen las leyes civiles, sino que bastará con que una mayoría de la comisión de oficiales considere 'razonables' las pruebas, y no habrá derecho a apelaciones.
Tribunales para extranjeros
Los tribunales militares se utilizarán, con casi total seguridad, para juzgar sólo a residentes en Estados Unidos que no hayan obtenido la ciudadanía. Afectarán, por tanto, a extranjeros. La Administración de Bush reconoce que ha creado un mecanismo al margen de las garantías constitucionales, pero apela a la popularidad presidencial como señal de que los estadounidenses aceptan la necesidad de fórmulas especiales en la lucha antiterrorista, y recuerda que los tribunales militares se utilizaron en la Guerra de Independencia, en la Guerra Civil y, tras la Segunda Guerra Mundial, para juzgar a los dirigentes nazis en Núremberg.
Algunos fiscales civiles opinan, según The New York Times, que la jurisdicción civil ha demostrado ser perfectamente capaz de juzgar actos de terrorismo sin dejar de lado los derechos fundamentales de los acusados.
George Bush ha optado, sin embargo, por la vía militar, porque garantiza brevedad -los juicios por el atentado de 1993 contra el World Trade Center duraron meses y aún quedan causas pendientes- y tiende a ser más propensa a imponer la pena de muerte.
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