La CIA estudia cometer asesinatos selectivos en la lucha antiterrorista

El servicio de inteligencia de EE UU, la CIA, está estudiando la posibilidad de realizar asesinatos selectivos de forma clandestina para combatir el terrorismo islámico. La CIA se plantea volver a estas prácticas, desterradas desde los setenta, arropada por los poderes que se ha arrogado el presidente Bush tras el 11 de septiembre.

Haciendo uso de dos documentos legales, uno escrito por Clinton en 1998 y otro redactado tras los ataques de septiembre, la Administración de George W. Bush ha decidido que la prohibición de realizar asesinatos políticos no impide al presidente señalar un objetivo concreto y ordenar su muerte. En principio, la CIA es reticente a aceptar la responsabilidad de asesinar a los enemigos de Estados Unidos. Pero sí se declara dispuesta a acatar las órdenes del presidente, según fuentes conocedoras de la agencia.

La directiva que aprobó Bush tras el fatídico 11 de septiembre amplía la capacidad de utilizar la violencia a unos niveles superiores a los de los últimos 25 años. Pero mientras las autoridades debaten esta nueva orden, la posición que suscita el mayor consenso, según uno de los participantes en las discusiones, se resume de este modo: 'Deberíamos utilizar todas las armas a nuestra disposición'. Las autoridades estadounidenses son conscientes de que acabar con los líderes de Al Qaeda no eliminará del todo el problema, pero creen que 'es parte de la solución'.

Órdenes del presidente'

Lo importante es que la cadena de responsabilidades esté clara', asegura John C. Gannon, que ejerció hasta junio como número dos de la CIA. 'Me gustaría que las órdenes del presidente estuvieran tan claras como fuera posible, incluidos los nombres de los objetivos. El ámbito político tiene que respaldar al militar, para que los oficiales de inteligencia no se queden colgados', añade el ex alto cargo.

Otra hipótesis, aparentemente minoritaria, consiste en que el servicio clandestino asesine no sólo a comandantes de Al Qaeda, la red terrorista de Osama Bin Laden, sino también a quienes la financian. 'Hay que perseguir también a los hombres de Gucci, a los que firman los cheques', argumenta alguien que respalda esa opción.

El único problema para adoptar la estrategia de muertes selectivas es el nivel de preparación de la CIA. Frederick P. Hitz, inspector de la agencia entre 1990 y 1998, manifiesta sus dudas sobre la capacidad de los agentes: 'Después de más de 50 años, la CIA es una organización de burócratas. Esto [asesinatos selectivos] no es lo que hacen los agentes. No están entrenados para ello', sentencia Hitz.