EE UU pide a los aliados europeos aviones, barcos y centros de mando
Washington entrega a la OTAN una lista de operaciones
Estados Unidos entregó ayer a la OTAN un amplio listado de peticiones militares para las operaciones de respuesta que Washington prepara a raíz de los atentados del pasado día 11 de septiembre. La relación incluye barcos del mando naval mediterráneo, aviones AWACS (sistema aerotransportado de alerta y control) y la activación de los centros de mando y control de la Alianza, según diversas fuentes que han tenido acceso a ese listado. Las demandas fueron remitidas a los Gobiernos de los países aliados para que las consultaran. En la lista de demandas, que inmediatamente se vio reflejada en otra de ofertas elaborada por la Alianza, está incluida la puesta a disposición de EE UU de las unidades navales.
Las unidades navales solicitadas están integradas en el mando mediterráneo (Stanavformed). Habitualmente, en este mando están desplegados y operativos de forma estable cinco buques de guerra pertenecientes a España, Estados Unidos, Italia, Grecia y Turquía (uno por país), además de otras unidades rotatorias del Reino Unido, Holanda y Alemania.
La OTAN también ha ofrecido a Estados Unidos la posibilidad de emplear barcos de otros mandos navales como el del canal o el Atlántico, pero en la Alianza creen que finalmente no serán utilizados. A partir de tales ofertas, los mandos militares y estadounidenses acordarán qué barcos serán enviados a la prevista zona de conflicto.
Las aportaciones de ese tipo de medios serán, en todo caso, materializadas por cada país aliado, siempre en el marco de la OTAN y, por tanto, de acuerdo con el resto de aliados. Pero la Alianza también decidió ayer poner a disposición de Estados Unidos los medios comunes de defensa, entre los que destacan los 18 aviones AWACS que tienen su base en Geilenkirchen (Alemania), junto a la frontera con Holanda. Estos aviones, equipados con grandes y potentes radares, pueden controlar cualquier movimiento aéreo en un radio de acción de centenares de kilómetros.
La OTAN, además, decidió ayer poner a disposición del país atacado sus centros de mando y control, activar los sistemas de gestión de crisis, adoptar especiales medidas de seguridad antiterrorista (incluso en los oleoductos de que dispone en Europa) y reforzar todos sus canales de intercambio de información entre los servicios de inteligencia de los 19 miembros, que es uno de los puntos en los que más ha hecho hincapié Washington.
Una vez materializadas las peticiones estadounidenses, la Alianza modificará el despliegue de buena parte de sus unidades, especialmente las navales, entre otras razones porque los otros 18 aliados deberán cubrir los huecos dejados por los buques que se desplacen a la zona de conflicto.
'Medidas operativas'
Los portavoces de la OTAN dijeron ayer que el listado de peticiones estadounidenses era confidencial, pero precisaron que en todo caso se trataba de 'medidas operativas', es decir, de medios militares concretos para ser utilizados en la respuesta que se prepara.
El embajador estadounidense ante la Alianza, Nicholas Burns, fue el encargado de presentar las peticiones durante una reunión del Consejo Atlántico. Con la entrega del listado, Washington dio el último y definitivo paso para que la OTAN activara con todas sus consecuencias el artículo 5 del Tratado de la Alianza, según el cual todos los países aliados deben acudir en ayuda de cualquiera de los aliados que haya sido atacado.
Ese artículo señala que, en caso de ataque, cada país aliado 'ayudará a la parte o partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada'.
La Alianza invocó por primera vez en sus 52 años de historia ese artículo el pasado 12 de septiembre. Ese día, la Alianza señaló que pondría en marcha las medidas derivadas de ese artículo si el ataque contra EE UU había procedido 'del exterior'.
Días después, el propio secretario general de la Alianza, George Robertson, declaró que no necesitaba pruebas para ello, sino simplemente que Washington afirmara que el ataque había sido lanzado desde el exterior.
No obstante, las demandas norteamericanas fueron presentadas ayer sólo 24 horas después de que el estadounidense Francis Taylor, embajador itinerante y coordinador de la lucha antiterrorista, aportara en Bruselas a los embajadores de la OTAN datos 'claros y convincentes' de la implicación de Osama Bin Laden en los atentados del 11 de septiembre, según palabras del secretario general de la OTAN, George Robertson.
[La presentación de estas peticiones coincidió en Afganistán con un ataque masivo de la opositora Alianza del Norte contra la ciudad de Mazar i Sharif, el aumento de las deserciones en las filas integristas y el atrincheramiento de los talibán en el sur del país, informa Efe. Cerca de 10.000 miembros de las tribus del norte están listos para abandonar las filas talibán e integrarse en las de la oposición, confirmó la resistencia afgana en Dushambé.]
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