Los talibán incendian la Embajada de EE UU
Cientos de manifestantes entran en el recinto abandonado en Kabul sin que la policía lo impida
El objetivo era previsible. Varios cientos de manifestantes, en su mayoría funcionarios y estudiantes, incendiaron ayer la Embajada de Estados Unidos en Kabul, capital de Afganistán, al grito de '¡Muerte a Estados Unidos!' y '¡Larga vida al Islam!'. Los talibán, un día antes de cumplir el quinto aniversario de su entrada en Kabul, permitieron que los habitantes de la capital dieran rienda suelta a su malestar y su temor por los planes norteamericanos de atacar el país. En un lugar regido por el miedo y la coerción, tales actos requieren el visto bueno del régimen. Algunos participantes amenazaron con quemar otras embajadas. 'Los manifestantes nos han desbordado', justificó un portavoz policial afgano.
En las imágenes emitidas por televisión se veía a centenares de hombres que se dirigían hacia el edificio de la embajada, abandonado desde 1989, saltaban el muro y procedían a incendiar media docena de vehículos abandonados en el interior. El fuego terminó alcanzando al inmueble, pero fuerzas talibán lograron controlarlo. Testigos presenciales dijeron que la mayoría de los participantes eran funcionarios y estudiantes.
El edificio de la antigua sede diplomática se halla situado en la avenida que lleva al aeropuerto, muy cerca de la plaza Ariana, donde los talibán ejecutaron al ex presidente Najibullah cuando tomaron Kabul en 1996. Durante una visita a la capital afgana el pasado mayo, esta enviada observó como los recintos de ésta y otras legaciones diplomáticas permanecían relativamente respetados, invadidos sólo por la maleza. Entonces, el escudo de EE UU permanecía sobre la puerta principal. Ayer, el último símbolo de la presencia norteamericana en Kabul era destruido ante las cámaras de la televisión. En un gesto que dice mucho del doble lenguaje de los dirigentes talibán, el mismo régimen que ha prohibido la televisión en Afganistán autoriza desde hace dos años la presencia de la cadena árabe Al Yasira, única fuente de imágenes de lo que ocurre en el Emirato Islámico.
Así, ayer pudimos ver en directo cómo, al grito de '¡Muerte a Estados Unidos!' y '¡Larga vida al islam!', los enfurecidos manifestantes quemaban una fotografía de George W. Bush, rasgaban una bandera norteamericana y lanzaban piedras contra el edificio que para ellos simboliza al agresor.
La mayor protesta
Según todos los testimonios, se trató de la mayor protesta antinorteamericana que tiene lugar en Kabul desde que se iniciara la actual crisis a raíz de la negativa de los talibán a entregar a Osama Bin Laden, el hombre al que Washington responsabiliza de los atentados del pasado día 11.
Por otra parte, el Gobierno de Pakistán negó ayer, a través del portavoz de Exteriores, que aviones estadounidenses hayan aterrizado en Peshawar o en Quetta. Estas dos ciudades paquistaníes próximas a la frontera afgana se han convertido en los centros de todos los planes de contingencia que las agencias de la ONU y las ONG preparan ante el temor a una avalancha de refugiados.
Islamabad también rechazó ayer la posibilidad de reabrir su frontera. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) le había pedido que hiciera una excepción para dejar pasar a entre diez mil y veinte mil personas que parecen haber quedado atrapadas en el paso de Chaman, a 90 kilómetros de Quetta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.