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La UE quiere tender un puente a los países árabes en su cumbre extraordinaria

EE UU pide a la UE que le dé información de sus servicios secretos sobre terrorismo y blanqueo

Carlos Yárnoz

La Unión Europea empieza a conocer con algún detalle cuál será su aportación práctica y operativa dentro de la gran coalición internacional que Washington intenta formar para responder a los ataques terroristas. El intercambio abierto de información entre los servicios secretos a ambos lados del Atlántico, la cooperación de grupos policiales y la detección de redes de blanqueo de dinero supuestamente ligados al terrorismo. Ésas son las peticiones concretas, según señaló ayer ante el Parlamento Europeo el representante de la Política Exterior de la UE, Javier Solana.

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La UE ya ha dado esta misma semana pasos en esa dirección. Ayer, los comisarios António Vitorino, de Justicia e Interior, y de Relaciones Exteriores, Christopher Patten, expusieron algunos proyectos que defenderá mañana la Comisión Europea en la cumbre europea extraordinaria sobre terrorismo, la primera de ese tipo en la historia de la Unión.

Ambos señalan en un breve documento que el terrorismo está ligado al comercio de drogas, al tráfico de armas y al lavado de dinero, pero se quejan de que la UE apenas ha avanzado en crear mecanismos de cooperación entre sus servicios de inteligencia y policiales, por lo que Washington ha preferido hasta ahora mantener acuerdos bilaterales o plantear los problemas en foros como el G-8.

Entre sus propuestas, los dos comisarios destacan el empleo de Europol como embrión para coordinar los servicios secretos, reducir las reservas de confidencialidad entre los países, aumentar las competencias del grupo especial de jefes de policía, combatir el ciberterrorismo y el blanqueo, suscribir un acuerdo de extradición entre la UE y EE UU (Europa no asume la pena de muerte), revisar la política de visados y presionar a los países cuyos sistemas bancarios toleran movimientos financieros supuestamente relacionados con grupos terroristas.

Entrevista con Powell

Tanto en el Consejo de la UE como en la Comisión, las fuentes consultadas coinciden en que, hasta el momento, no hay indicio alguno de que Washington vaya a solicitar que algún país europeo aporte soldados para una eventual represalia militar, aunque sí apoyo logístico, incluido el uso de bases, político y diplomático. Hoy esperan confirmarlo en la entrevista que mantendrán con Colin Powell en Washington Javier Solana, Patten y Louis Mitchel, ministro de Exteriores de Bélgica, que ahora preside la UE.

En estos días, los líderes y las instituciones europeas han insistido en dos mensajes: no se debe hablar de 'venganza' o 'guerra', y mucho menos de 'cruzada', sino de 'justicia' y 'respeto al derecho internacional'; a la vez, la obsesión es evitar todo concepto que apunte a un choque de culturas o civilizaciones. 'El enemigo no es el Islam, sino el terrorismo', ha declarado Joschka Fischer, ministro alemán de Exteriores.

Por eso, los líderes han insistido en su compromiso de combatir el terrorismo, pero se han mostrado más cautos ante la hipótesis de desatar un conflicto armado. Solana anunció ayer que la UE potenciará su relación con los países árabes, sobre todo del Mediterráneo, y se espera que la cumbre de mañana incluya un mensaje de conciliación con los países árabes y musulmanes. La presidenta de la Eurocámara, Nicole Fontaine, se reunió el martes con embajadores de la Liga Árabe y les dijo que debe evitarse 'la amalgama entre Islam y terrorismo'.

'Comprendo que Bush hable de guerra, pero yo no me siento en guerra, sino en una coalición contra el terrorismo', ha dicho Louis Mitchel, pese a que Bélgica se ha mostrado dispuesta a aportar tropas. Tampoco el presidente francés, Jacques Chirac, o el primer ministro británico, Tony Blair, han eliminado esa posibilidad, aunque el Gobierno francés ha matizado que decidirá con soberanía y el propio Blair ha comentado que su posición no es 'un cheque en blanco'.

El canciller alemán, Gerhard Schröder, ha sido el líder de la UE que menos inconvenientes ha puesto a una eventual aportación de soldados y el Parlamento ya dio ayer su visto bueno, mientras los Gobiernos de Portugal ('no a una guerra contra enemigos imaginarios', ha dicho António Guterres), Grecia e Italia se han mostrado muy reticentes. España permitiría el uso de sus bases y Suecia ya ha anunciado que no participará en represalias, pero que revisará su estatuto de neutralidad.

Joschka Fischer (izquierda) y Colin Powell, ayer, en Washington.
Joschka Fischer (izquierda) y Colin Powell, ayer, en Washington.REUTERS

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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