España impulsará leyes antiterroristas en su presidencia de la UE

España tiene que aprovechar esta oportunidad, suscitada tras los dramáticos atentados contra Estados Unidos, para 'formar parte' y estar en cabeza 'de la coalición por la libertad y contra el terrorismo internacional'. Ésta fue una de las conclusiones más relevantes a las que llegó ayer el Comité Ejecutivo Nacional del PP y que transmitió luego el secretario general del partido, Javier Arenas. El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, insistió durante esa ejecutiva en que España facilitará toda su cooperación a EE UU para que actúe sin demasiadas cortapisas en su 'derecho de legítima defensa' y se mostró convencido de que no habrá una respuesta en caliente y desproporcionada.

Los dos principales partidos españoles transmitieron casi el mismo discurso de apoyo inequívoco al Gobierno norteamericano ante esta crisis y sobre todo a las víctimas. El PSOE no pide tampoco que el Gobierno requiera el visto bueno del Parlamento para colaborar en la respuesta, que se prevé inminente, de EE UU, sólo que se informe, algo a lo que el Gobierno y el propio Piqué se han comprometido.

En la ejecutiva del PP, el ministro de Exteriores expuso un informe de más de media hora sobre el panorama. Arenas, luego, no desperdició el momento para advertir a ETA de que tiene que estar 'muy preocupada', porque a partir de ahora será mucho más difícil que se hagan distingos y porque el combate al terrorismo se ha transformado, desde los atentados del pasado martes, 'en el primer asunto de la agenda de trabajo de las naciones libres'.

Arenas citó particularmente tres metas a lograr durante la presidencia española: la orden de detención y de entrega, la definición común del delito de terrorismo y el reconocimiento de las sentencias judiciales en los países miembros.

Piqué, que detalló algunas de esas ideas en la reunión interna de la ejecutiva, también salió al paso de varias preguntas de dirigentes populares. El secretario de política internacional, José María Robles Fraga, abogó por que el desastre vivido en Nueva York y Washington haga comprender al fin a determinados medios de comunicación norteamericanos que las acciones de ETA no son de un 'movimiento independentista'. Otros responsables del PP apostaron por que España desempeñe en estos momentos un papel especial, por su estratégica situación en el Mediterráneo, para hacer ver que el mundo islámico o árabe no son en sí una amenaza y que ésta sólo parte de los movimientos fanáticos y terroristas.

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, de acuerdo en lo sustancial con el PP, criticó, no obstante, el comportamiento del presidente José María Aznar el pasado sábado en Santiago de Compostela, cuando aseguró que la situación de incertidumbre internacional recomendaba la continuidad de Manuel Fraga al frente de la Xunta de Galicia tras las elecciones del 21 de octubre.