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'Hay que crear una gran coalición antiterrorista'

Javier Solana está conmocionado por los atentados en Estados Unidos. El alto representante de la Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea se hallaba el pasado martes muy lejos del lugar de la tragedia y, al principio, ajeno a lo que estaba sucediendo. Junto con el primer ministro belga, Guy Verhofstadt, y el presidente de la Comisión, Romano Prodi, disfrutaba de una cena que el líder ucranio, Leonid Kuchma, ofrecía a la troika europea en visita oficial a Yalta, en una de las dachas que utilizaba Josep Stalin durante sus descansos en la península de Crimea, en un paraje montañoso de gran belleza, y con música de jazz interpretada por una banda infantil. Las primeras imágenes de los sucesos no las vio la delegación europea hasta el regreso a Bruselas esa misma noche después de interrumpir la estancia en Yalta.

'Estos atentados no son obra de un pueblo o de una religión. Hay que evitar ofender o humillar. Con los países y las religiones se debe convivir'
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Pregunta. ¿Cree que los atentados de Estados Unidos pueden desatar unas reacciones virulentas contra el mundo árabe en general?

Respuesta. Lo más importante es que no se identifique este atentado con ningún tipo de pueblo, cultura o religión. Porque, además, no es cierto. Hay que huir de semejantes simplismos. La posición europea ha sido clara. Se trata de un acto realizado por terroristas con los que los ciudadanos que asumen los valores de la convivencia no tienen nada en común. No tenemos nada en común con esa supuesta lógica del terrorismo. No hay ninguna razón que pueda justificar actos de semejante barbarie.

P. ¿Está dispuesta la Unión Europea a colaborar en una operación de castigo?

R. Tanto los países de la Unión como la OTAN han declarado que actos como éstos no pueden quedar impunes para la comunidad internacional, y han dejado claro su intención de cumplir con sus compromisos.

P. ¿Se ha buscado con estos atentados provocar un choque de culturas?

R. Si era eso lo que se pretendía, creo que han logrado exactamente lo contrario, la solidaridad de todos los países del mundo. Y es muy importante evitar sacar la conclusión de que estamos frente a un choque de civilizaciones. Ante este tipo de sucesos no hay separación posible. Independientemente de que haya ideologías o movimientos que instiguen el odio sin pretexto alguno, hay un clima de solidaridad.

P. ¿Qué tipo de defensa militar se puede hacer frente a los atentados terroristas?

R. Los ejércitos están para la defensa de los países, pero no están pensados para este tipo de ataque terrorista. Que haya que pensar cómo prevenir la actuación del terrorismo es una realidad para todos los países y no desde hoy. Todos sabemos que luchar contra el terrorismo es lo más difícil que hay. En este caso, unas personas capturan cuatro aviones, destruyen las dos torres del World Trade Center, atacan el Pentágono... Es algo que escapa a cualquier tipo de imaginación.

P. Por eso, a los conceptos utilizados en estas últimas décadas, como la colaboración internacional militar, la defensiva, más recientemente la colaboración policial, la de integración, después de estos graves sucesos del martes habrá que incluir a partir de ahora la colaboración internacional antiterrorista, ¿no?

R. Sin duda. Independientemente de la dificultad que comporta, cuanta más colaboración haya entre países, mejor; cuanto más intensa sea, mucho mejor; cuanta más confianza tengan entre sí los países y combatan de igual manera contra el terrorismo, mejor. Nosotros, los españoles, conocemos muy bien la importancia de la colaboración intergubernamental en este tema. Todos, todos tenemos que colaborar.

P. ¿Habrá que reescribir la historia después de estos atentados? Hoy, la amenaza es de alguien que no se conoce, que no tiene un Estado detrás.

R. Sí una organización, sin duda, que posiblemente no tiene un Estado detrás de manera continuada, de colaboración diaria. Sin embargo, hay Estados que dan acogida a grupos como éstos. Los Estados tienen que aclarar que ningún Gobierno puede dar cobijo a grupos terroristas.

P. Sin embargo, algunos países que han sido aludidos niegan estar implicados en los atentados de Nueva York y Washington. ¿Qué fiabilidad tiene eso para la comunidad occidental?

R. No quisiera hablar de Occidente. Rusia, China, India, todos los países, han condenado de manera tajante esta barbarie. Una de las cosas que a mi juicio no tenemos que perder es la noción de mundo. A veces las palabras llevan a decir cosas que no queremos decir, pero las decimos. Lo que más me dolería a mí ahora es que se haga una especie de condena generalizada de unos ciudadanos particulares del mundo porque pertenecen a una religión o porque provienen de unos países particulares. Sería un gravísimo error y una gran injusticia. Sé que es muy difícil, pero la terminología a veces se nos escapa. Hay que tener muchísimo cuidado. Hay que evitar ofender o humillar con las palabras. Con los países, las ideas, las religiones se puede y se debe convivir.

P. ¿Qué impresión le han merecido las imágenes de unos jóvenes palestinos festejando los atentados?

R. Son unas imágenes muy duras, pero hay que tener en cuenta que no representan a ninguna institución palestina. Lo alarmante en este caso es pensar en que alguien ha transmitido a esos niños el odio y no el valor de la comprensión y la convivencia. Por el contrario, hemos visto imágenes como la de Yasir Arafat donando sangre que aportan un mensaje totalmente diferente.

P. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha comparado a Arafat con Osama Bin Laden. ¿Qué le parece?

R. Lo ha hecho, es cierto, pero yo no comparto ese juicio.

P. En estas últimas horas se está hablando de la posibilidad de una reacción aliada liderada por Estados Unidos. En esta situación, ¿cuál será el papel de la ONU?

R. Sin duda, es necesario crear una gran coalición internacional para luchar contra esta plaga del terrorismo, que no tiene fronteras ni dimensión, y la ONU debe desempeñar un papel importante. De todos modos, estamos hablando de reacciones sin saber todavía contra quién se va a reaccionar.

P. Habrá que ir al origen, analizar las causas, ¿no?

R. En el campo de las respuestas, la lucha sistemática contra el terrorismo no se hace en un solo día, hay que mantenerla. Hay que luchar en todos los ámbitos. Estamos hablando en algunas circunstancias de personas que viven en una condición de pobreza desesperada, de casos de fanáticos capaces de obedecer llamamientos... Todas éstas son cosas que hay que plantearse, porque de lo contrario cometeríamos una gran ingenuidad.

P. Es muy difícil defenderse de esta amenaza y también muy difícil contrarrestarla.

R. Pero hay que hacerlo. Hay muchos locos en el mundo, el que voló el edificio de Oklahoma era un loco, pero estos últimos atentados no son una locura. Es una operación que tiene un clarísimo mensaje. Es una revancha. Debemos crear un clima de cooperación para que esta tragedia, a la que prácticamente todos los países han reaccionado con la misma voz, sea el principio para poner fin a un fenómeno que sólo tiene que ver con la falta de civilización.

P. ¿Estos atentados hacen mucho más vulnerables nuestras sociedades?

R. Estamos en un mundo complicado, vivimos en una situación de inseguridad. Para Estados Unidos se trata también de un golpe de vulnerabilidad tremendo. Ha sido una conmoción terrible para todos, pero para ellos, más. Han atacado centros cargados de simbolismo. Es el shock del asesinato del presidente Kennedy elevado a la enésima potencia. Un golpe impresionante que va a cambiar a una generación. Esta generación va a estar marcada por las imágenes de la caída de las Torres Gemelas.

El Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana.
El Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana.ASSOCIATED PRESS

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