El régimen sirio ataca con tanques y artillería los focos de la rebelión en el este
Los opositores denuncian un asalto con carros y ametralladoras a Deir al-Zor que ha causado al menos 38 víctimas mortales.- Otros 13 fallecidos en las inmediaciones de Homs.- El rey Abdalá de Arabia Saudí tilda de "inaceptables" los acontecimientos y retira a su embajador
El Ejército sirio prosigue con su gira de aniquilación. Hoy ha sido el turno de Deir al-Zor, una ciudad oriental en la que durante el fin de semana se han registrado masivas manifestaciones contra el presidente Bachar el Asad y su régimen. Las tropas iniciaron el asalto de madrugada, con tanques, artillería y excavadoras, y, según activistas de la oposición, han matado al menos a 38 personas. Otras 13 han muerto, según las mismas fuentes, en las áreas rurales cercanas a Homs, en el centro del país.
El Asad mantiene su habitual cinismo, rayano en la psicosis. "El país sigue el camino de la reforma", ha asegurado ante el ministro de Asuntos Exteriores de Líbano, Adnan Mansour, que visitaba Damasco. El presidente de Siria ha rechazado las críticas a la brutal represión formuladas ayer por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y por los países del Consejo de Cooperación del Golfo. "Enfrentarse a los forajidos y salteadores de caminos que montan barricadas y aterrorizan a la población es un deber nacional", ha explicado a Mansour.
Ayer, El Asad anunció "elecciones libres", pese a que la ley, incluyendo la reciente ley de partidos, solo admite como legales las formaciones que suscriben los principios del Baaz (hasta ahora partido prácticamente único) y expresan fidelidad al régimen.
El viernes, cientos de miles de personas (hasta 400.000, según la oposición) se manifestaron en Deir al-Zor y resultaba dudoso que todos ellos fueran salteadores de caminos. Pero la versión oficial, difundida por la televisión, ha insistido en que la población siria se mantenía en calma y respaldaba a Bachar el Asad, y que los incidentes estaban causados por "bandas armadas" que habían "asesinado a 500 soldados y policías" desde marzo. Desde esa misma fecha se estima que unos 1.600 civiles, 2.000 de acuerdo con los cálculos estadounidenses, han muerto por disparos de las fuerzas de seguridad.
Para dar peso a la tesis de que el Ejército se enfrenta a grupos violentos armados desde el extranjero, la televisión ha mostrado un supuesto alijo de armamento compuesto por 250 fusiles, munición y explosivos, y afirma que ha sido incautado en la frontera con Líbano.
El ataque a Deir al-Zor está resultando especialmente cruento, tanto como el lanzado una semana antes contra Hama. "A primera hora de la mañana, columnas de tanques y excavadoras, bajo la cobertura de intenso fuego de artillería, penetraron en la ciudad desde el norte y desde el oeste y desmantelaron las barricadas erigidas por los vecinos", ha declarado un residente, Abu Bakr, a la agencia Reuters.
Ya esta tarde, portavoces de los Comités de Coordinación Local (la red que organiza las protestas y difunde noticias a los medios del resto del mundo) han señalado que el barrio de Al Joura es el más dañado por los disparos y que numerosos francotiradores han ocupado las azoteas para acribillar a quien se atreva a salir a la calle. Los hospitales han sido cerrados y se han instalado puestos de urgencia en el interior de varias mezquitas, han dicho los mismos portavoces.
Ayer, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, consiguió que Bachar el Asad se le pusiera al teléfono, algo que no había logrado en meses. Según la oficina de prensa de la ONU, Ban Ki Moon "expresó su profunda preocupación y la de toda la comunidad internacional por la creciente violencia y mortandad en Siria" y urgió a El Asad a que "detuviera inmediatamente el uso de la fuerza militar contra civiles". La respuesta fue el asalto a Deir al-Zor.
[El rey Abdalá de Arabia Saudí ha tildado en la noche del domingo de "inaceptables" los acontecimientos en Siria y pidió que cese "la máquina de la muerte y derramamiento de sangre", informa Reuters. En un comunicado difundido por la cadena de televisión Al Arabiya, el monarca ha afirmado: "Siria debería reflexionar antes de que sea demasiado tarde y adoptar reformas que no sean meras promesas, sino reformas de verdad. Riad ha retirado a su embajador en Damasco.]
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