"Vamos a seguir hasta la victoria"
La policía francesa desbloquea a la fuerza una gran refinería en huelga cerca de París.- Los sindicatos no están dispuestos a ceder.- El Gobierno reconoce que se tardará varios días en alcanzar la normalidad
Los sindicatos quieren seguir dando batalla en Francia. La policía antidisturbios ha tomado por la fuerza el control de una gran refinería al este de París, la de Grandpuits, una de las 12 que hay en el país y que está en huelga desde hace 10 días. En Grandpuits, Charles Foulard, responsable del sindicato CGT para cuestiones de combustible, ha asegurado: "vamos a seguir hasta la victoria". Ante esta situación, el Gobierno francés ha reconocido que "la normalidad tardará varios días en llegar".
Agentes procedentes de la capital han llegado a la refinería a primera hora de la mañana y han desalojado a los huelguistas -contrarios a la reforma de las pensiones- que la mantenían bloqueada, cumpliendo las órdenes del presidente de la República, Nicolas Sarkozy, que el martes ordenó el fin de los bloqueos que impiden el funcionamiento de refinerías o depósitos de combustible y que tienen a un 25% de las gasolineras del país sin existencias.
Cuatro furgonetas de la policía han llegado sobre las tres de la madrugada y se han encontrado con un piquete de "una quincena de personas", que han indicado que no iban a desalojar la instalación por su cuenta. Una hora y media después, unos 50 huelguistas han llegado al lugar para reforzar a sus compañeros. La policía ha cargado contra los huelguistas cuando estos han intentado impedir la entrada de 20 trabajadores obligados a trabajar por ley. Una vez dentro de la refinería, estos empleados solo están llenando camiones.
La refinería de Grandpuits, a unos 50 kilómetros de París, es clave para el suministro de combustible a la ciudad y a sus aeropuertos, el de Orly y el Roissy-Charles de Gaulle. Los seis principales sindicatos han mostrado reiteradas veces su determinación a seguir con las protestas pese a que hoy acabe convertido en ley el retraso de la edad de jubilación y han llamado a dos nuevas jornadas de huelga para el 28 de octubre y el 6 de noviembre. Ayer, el propio presidente justificó el recurso a la fuerza para acabar con los bloqueos en el sector petrolero diciendo que no se puede permitir que "una minoría tome como rehén la vida cotidiana de los franceses".
La actuación de la policía se produce justo en el día en que el Senado debe dar su visto bueno a la norma que ha desencadenado una enorme ola de protestas en toda Francia: la reforma de las pensiones, que incluye, entre otras cosas, el retraso de 60 a 62 de la edad de jubilación. Aunque los senadores debían haber emitido su voto el miércoles, las maniobras de los electos de la oposición, que han presentado cientos de enmiendas, ha retrasado hasta hoy la votación.
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