Karzai anuncia que la OTAN transferirá el control de siete zonas de Afganistán en julio
El traspaso de poder incluye las ciudades de Herat y Mazar-i-Sharif
El presidente afgano, Hamid Karzai, ha garantizado hoy que sus fuerzas de seguridad asumirán el control en siete zonas del país a partir de julio próximo, cuando está prevista la retirada de las primeras tropas extranjeras de Afganistán.
Las primeras zonas bajo responsabilidad afgana serán provincias habitualmente tranquilas, como Bamiyán y Panjshir, y ciudades con amplia presencia internacional, como Herat (oeste), Mazar (norte), Mihtarlam (este) y Lashkar Gah (sur).
Esta última, capital de la conflictiva provincia de Helmand, tiene un alto valor simbólico, porque fue la base de operaciones para una ofensiva que las tropas internacionales llevaron a cabo en 2010 contra varios feudos de los talibanes.
Además, las fuerzas afganas se harán cargo de la provincia de Kabul, aunque con la excepción del conflictivo distrito de Surobi, según anunció Karzai, que pronunció un discurso en la Academia Militar de la capital afgana en día de graduación.
"Es un deber, y un proceso esencial e irreversible, entregar (la seguridad) a los afganos, y que los jóvenes del país protejan al país y su pueblo", ha declarado en su alocución. Según el presidente, el traspaso de la seguridad comenzará con el mes de "saratan", es decir, a mediados de julio, justo el plazo elegido por las potencias internacionales, con EE UU a la cabeza, para iniciar la retirada de las primeras tropas tras los refuerzos enviados en el año 2010.
Su anuncio fue bien recibido por la OTAN, cuyo secretario general, Anders Fog Rasmussen, afirmó en un comunicado que el relevo "representa el primer paso" en el proceso de transición hacia la recuperación del control militar del país por parte del Gobierno afgano.
De acuerdo con los planes aliados y el compromiso de Karzai, las fuerzas afganas deberán haber asumido plenamente la responsabilidad de la seguridad en 2014, aunque la OTAN ha garantizado que mantendrá cierta presencia también después de esa fecha. "La fecha de 2014 es un intento del presidente de EEUU, Barack Obama, de hacer ver que las fuerzas afganas asumirán un control independiente en este país, algo que nunca ocurrirá", ha comentado el ex viceministro afgano de Interior Abdul Hadi Khalid.
El Congreso de Estados Unidos ha rechazado varias veces -la última, el 17 de marzo- los intentos de algunos congresistas de adelantar el plazo de retirada fijado por Obama, que se enfrenta a la idea creciente en EE UU de que la guerra es "imposible de ganar".
Violencia no cesa
Hoy día hay desplegados en el país unos 150.000 soldados extranjeros, de los cuales dos tercios son de EE UU, pero la violencia no ha cesado en los últimos tiempos, y el año pasado fue de hecho el más sangriento desde el inicio de la invasión, en 2001.
En 2010 murieron 711 soldados internacionales, sobre todo en el cinturón suroriental del país, donde predomina la etnia pastún, de la que proceden tradicionalmente los talibanes, quienes cuentan cada vez con mayor peso en el resto de Afganistán. Karzai, como es habitual en sus discursos, volvió hoy a pedir a los talibanes que cejen en su campaña de violencia, y les aseguró que hay sitio para ellos en Afganistán "si quieren vivir en paz, bajo la justicia islámica y la hermandad".
"Quiero pedir de nuevo a los insurgentes que dejen de matar civiles en este país, o de otro modo continuarán teniendo presencia de un ejército extranjero y la continuación de la guerra en Afganistán", añadió.
Karzai se comprometió a asumir la seguridad en el país para 2014 en la Conferencia de Kabul de 2010, donde la comunidad internacional también aprobó que el Gobierno afgano gestione la mitad de la ayuda al desarrollo en un plazo de dos años desde entonces. Pese a que el proceso de transferencia de la seguridad parece discurrir en los plazos previstos, Karzai ha protagonizado en las últimas semanas un sonoro encontronazo con las tropas internacionales, tras las últimas muertes de civiles en bombardeos.
"Hay gente en este país que se levanta en armas debido a las injusticias, injusticias a cargo de gente poderosa en el Gobierno o quizá por los bombardeos de la OTAN sobre civiles", denunció hoy. Lo que no mencionó es el número de soldados y policías que asignará para velar por la seguridad en las siete primeras zonas bajo su mando.
"El Gobierno está controlado por la mafia. Si se armara bien a las fuerzas armadas, necesitarías 30 millones de soldados para parar a los 30 millones de afganos, porque lo que hace el Gobierno enfada al país y beneficia al enemigo", aseguró escéptico Abdul Hadi Khalid.
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