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Por Chiqui de la Fuente
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¿Por qué lo llaman “sneakers” cuando quieren decir zapatillas?

Lo que antes era footing ahora se ha convertido en running y lo que antiguamente era compartir vivienda ahora es vivir en régimen de coliving. Le toca el turno al calzado deportivo: bienvenidos al universo sneaker.

Chiqui de la Fuente

Lo que antes eran unas vulgares zapatillas, unas bambas, unos tenis, o unas deportivas de toda la vida, ahora las nuevas generaciones y el márquetin agresivo le han cambiado el nombre para convertir este tipo de calzado en algo más glamuroso. Ahora se llaman sneakers y son un objeto de culto para cientos de jóvenes que pasan días y días en la puerta de la tienda esperando para conseguir el último modelo de la marca de moda.

Y no se lo pierdan. Ahora, para comprar unas zapatillas no tienen por qué ser cómodas y ligeras, que también. Además, y es lo más importante, han de ser tendencia de moda y combinar con el armario de cada uno. Porque las sneakers ya no solo sirven para hacer deporte. Su principal función es la de mejorar la apariencia y el estilo de su poseedor y por esta razón jóvenes y no tan jóvenes están dispuestos casi a cualquier cosa. Algunas incluso nacieron con esa finalidad (ver video que abre este post)

Las marcas se han dado cuenta del cambio que se estaba produciendo y han reaccionado creando un estilo propio llamado casual, que no sirven para correr, pero sí para fardar. Los modelos más solicitados se cotizan a precio de oro y encontrarlos en la tienda de deportes del barrio se convierte en una quimera. El mercado negro es un negocio redondo para los que se dedican a ello. Compran varios pares de algún codiciado modelo y luego lo pueden revender a precios astronómicos en webs dedicadas exclusivamente a ello.

La publicidad de estos artículos que antes solo alababa sus beneficios deportivos ha girado como una peonza dando más valor a aspectos más mundanos poniéndolos a jugar en la misma liga que la moda y sus complementos.

Nike, una de las grandes, fue pionera en este aspecto y así dejó de un lado en muchas ocasiones los valores deportivos para dar más importancia a las facetas más mundanas de sus lanzamientos. En este caso, presenta las nuevas “Nike Air Max 97 Gold Bullet” que más que unas simples zapatillas parecen un objeto de culto.

Nike

Tanto es así, que las marcas en las que el grueso de su negocio es precisamente el lujo, han empezado a ponerse celosas y a lanzar sus propias colecciones. Un ejemplo de esto es la marca francesa Dior, firma relacionada con el lujo más extremo, que se ha juntado con Nike para crear un modelo, todo ello con ayuda de Travis Scott, un conocido rapero americano. Al ser modelos limitados su precio se dispara hasta los miles de euros. Y no, no crean que andan solas...

Dior

Ya anteriormente, la firma italiana Prada colaboró con Adidas para conseguir que fuera totalmente imprescindible gastarnos cienes y cienes de euros en comprarnos esas zapatillas que tan tendencia eran. Si se quedan con ganas también pueden echar un ojo a la que perpetró con Gucci.

De todas formas, Adidas se las basta y se las sobra él solo para crear colecciones que son más atractivas por su apariencia estética que para lo que realmente fueron concebidas. Es el caso de las nuevas ZX 2K Boost que según sus creadores están hechas para hipnotizar. Juzguen ustedes mismos.

Y detrás de las grandes marcas que acaparan un parte importante del mercado hay muchas otras que compiten por hacerse un hueco en este escenario. Esto no significa que sean empresas pequeñas, ni mucho menos. Son marcas que facturan cifras obscenas de dinero y que, aunque no lideran su mercado, subsisten estupendamente y tienen capital de sobra para promocionarse. Es el caso de Puma, un spin-off de su hermano mayor Adidas, con su modelo RS-2K.

Otro ejemplo de esta moda de promocionar zapatillas no deportivas son las populares New Balance NB574. Para ello, solo se les ocurre mostrarnos aspectos cotidianos de la vida de cualquier persona, intentando hacernos ver que por sólo calzarte ese modelo de zapatilla tu vida va a ser mejor sin duda alguna. Por cierto, ¿puedes adivinar en qué fotograma del anuncio se pueden observar con cierta tranquilidad las zapatillas objeto de este comercial?

Tampoco escapa de esta moda de sofisticar calzado, sólo antes utilizado para entrenar, la marca nipona Asics, (curiosamente las iniciales de Anima Sana In Corpore Sano). Bueno, miento. Bailar es un deporte y realmente exigente. Parece ser que con este calzado los pies son más ligeros y basta con que te las pongas para que vueles.

Pero antes de todo esto, la marca toledana Joma fue una adelantada a su época y ya ponía en práctica esta estrategia en la lejana China. A lo mejor, con el paso del tiempo, el anuncio no sirvió para que los chinos recordaran los modelos disponibles de esta marca, pero lo que es seguro que siempre recordarán cómo se llamaban esas zapatillas que venían de España.

Ya por último, no podían faltar las míticas Converse que fueron allá por los años ochenta del siglo pasado las pioneras. Hasta la aparición de Jordan en 1985, estas zapatillas no tenían rival sobre una cancha de baloncesto. Después, cualquier lugar y cualquier situación servían para calzarse las Chuck Taylor, que iban con todo y se las podía poner cualquiera. No sólo jugadores de la NBA. Por cierto, Nike se comió esta marca en 2003.

Y nosotros sin saberlo y pensando hasta no hace mucho que las bambas Victoria eran lo más trendy que nos podíamos poner...

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Sobre la firma

Chiqui de la Fuente
Es responsable de Formación de Redacción y ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS en diversos departamentos: Nuevas Tecnologías, Confección, sistemas editoriales... Es autor del blog Publizia y tiene una perra que se llama Rosca.

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