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Portugal: las risas también sirven a la democracia

El humorista Ricardo Araújo Pereira se ha convertido en un fenómeno con un programa de entretenimiento político donde ha vetado al líder de la ultraderecha

Ricardo Araújo Pereira, humorista portugués, en un momento del programa 'Isto É Gozar Com Quem Trabalha' dedicado a las elecciones.
Ricardo Araújo Pereira, humorista portugués, en un momento del programa 'Isto É Gozar Com Quem Trabalha' dedicado a las elecciones.SIC
Tereixa Constenla

Entre las diferencias que hay entre Francia y Portugal se pueden citar los quesos y las estrellas televisivas. Si el periodista Éric Zemmour se convirtió en la esperanza blanca de los franceses de extrema derecha que censuraban a Marine Le Pen por tibia, el humorista Ricardo Araújo Pereira (Lisboa, 49 años) arrasa en Portugal con un programa de entretenimiento político, Isto É Gozar Com Quem Trabalha (Esto es reírse con quien trabaja), que se ha negado a blanquear a André Ventura, líder de Chega, el partido de ultraderecha que se ha convertido en tercera fuerza política en la Asamblea de la República.

Aunque el humorista satiriza en su espacio a los representantes de Chega, al igual que a los de otras formaciones, durante los programas especiales que presentó para las elecciones de 2022 se negó a invitar a André Ventura al plató, a diferencia de lo que hizo con otros candidatos. El presidente de Chega exigió ser entrevistado y acusó al presentador de ser “un cobardolas vendido al sistema, con miedo a ser desmontado en vivo y en directo”. Tras estudiar las quejas por la exclusión, la Entidad Reguladora para la Comunicación Social recomendó a la cadena de televisión SIC, que emite los domingos el programa, que tratase de compensar en el resto de la parrilla “el desequilibrio”. La cadena rechazó la petición y defendió la libertad de Ricardo Araújo Pereira para excluir “la defensa de ideas que, en su opinión, atenten contra la dignidad de las personas, la igualdad de derechos, libertades y garantías”.

En una larga entrevista en la cadena pública RTP, el humorista explicó su posición: “No lo invito porque no quiero. Yo tengo un programa de entretenimiento y no existe el derecho a ser invitado a un programa de entretenimiento. Es una diferencia con el periodismo. Yo invito a personas con las que tengo divergencias profundas pero que aceptan el juego que jugamos, que es la democracia. El hecho de concordar o no conmigo no es la razón para invitarles al programa, la razón es que André Ventura se considera antisistema y el sistema se llama democracia, que yo considero muy satisfactorio porque no encuentro ninguno mejor”.

Ricardo Araújo Pereira tiene varias características que explican por qué se ha convertido en una estrella de la televisión. Una es el carisma y otra son las tablas. Aunque estudió periodismo, siempre apostó por vivir de las risas. Su carrera incluyó desde escribir guiones para Herman José, otro cómico idolatrado por los portugueses, a crear el mítico Gato fedorento, un programa que saltó a la televisión tras nacer como un blog de cuatro habituales de la stand-up comedy. Ha escrito varios libros, como el dedicado a la crisis del coronavirus (Ideias concretas sobre vagas. Uma história da pandemia), y es articulista de medios en Portugal y Brasil, un país donde tiene un gran reconocimiento. Su entrevista en O programa do Jô, donde sorbió varios flanes y confesó que le gustaba provocar convulsiones en los demás sin tocarles, merece una búsqueda en Internet.

Parte de su triunfo tiene que ver con su traición a cierta esencia portuguesa que se identifica con el comedimiento y la contención. Cada programa es una venganza contra el “respeitinho”, esa sumisión apuntalada por décadas de dictadura que todavía se resiste a desaparecer. El humorista mete el dedo en el ojo con una sonrisa ancha y expresión traviesa. Sus imitaciones del presidente de la República son un clásico. Marcelo Rebelo de Sousa, ese tipo de político con el que fantasean los humoristas en crisis, le ayuda todo lo que puede. Lo mismo se baña en un lago con caimanes que sale de noche a pagar facturas al cajero después de que la Asamblea de la República tumbase unos presupuestos que abocaron a unas elecciones anticipadas.

El éxito del programa se ha mantenido desde que se estrenó en marzo de 2020. En cada episodio, la audiencia media ha sido del 13,5% y la cuota de pantalla del 24,4%, que le ha convertido en líder, según datos de la cadena SIC. La pasada temporada se cerró con una sesión especial grabada en el Altice Arena en Lisboa con 10.000 espectadores. “Es natural que 10.000 personas corran para ver esto, para mirar a un tipo que habla durante media hora de comisiones parlamentarias de investigación. ¿Quién no querría? Fue para esto que se construyó este auditorio”, bromeó el humorista esa noche.

Ricardo Araújo Pereira, humorista portugués, en el programa especial de 'Isto É Gozar Com Quem Trabalha', grabado en el Altice Arena en Lisboa.
Ricardo Araújo Pereira, humorista portugués, en el programa especial de 'Isto É Gozar Com Quem Trabalha', grabado en el Altice Arena en Lisboa.SIC

Es de justicia reconocer que la actualidad portuguesa desde que el Partido Socialista estrenó su mayoría absoluta en 2022 ha generado situaciones tan disparatadas que ni los ocho guionistas de Isto É Gozar Com Quem Trabalha se habrían atrevido a imaginar en una noche de excesos. La sombra de corrupciones de algunos altos cargos, los nombramientos efímeros, las dimisiones, una comisión de investigación sobre la aerolínea TAP convertida en una suerte de serie de la temporada y un episodio bochornoso ocurrido en el Ministerio de Infraestructuras, con robo de portátil, forcejeos entre asesores del ministro e intervención policial, ha suministrado material de primera calidad. El annus horribilis de António Costa ha sido una fiesta para Ricardo Araújo Pereira y su equipo.

En octubre de 2022 el semanario Expresso llegó a publicar una portada con la pregunta del millón: “¿Será Ricardo Araújo Pereira el verdadero líder de la oposición?”. Los precedentes de cómicos que saltan a la política comienzan a acumularse, del italiano Beppe Grillo al ucranio Volodimir Zelenski, y el portugués nunca ha escondido sus simpatías ni por la izquierda ni por el Benfica. Sin embargo, deja claro que lo suyo son las risas y no la política.

A menudo se refiere a sí mismo como “payaso”, rechaza las ofertas para actuar y reniega de ser etiquetado como “artista”. La única concesión que se hace con seriedad es esta: “Quizás nuestra gran aportación en este momento de bipolarizaciones y radicalismos fanáticos es la demostración de que personas que no piensan lo mismo pueden discrepar con cordialidad y humor”. El próximo 3 de septiembre iniciará una nueva temporada con un programa en directo en el Altice Forum de Braga, que ya agotó todas las entradas.

Corrección: Se ha modificado la traducción del título del programa (’Esto es reírse con quien trabaja’) que en una primera versión apareció erróneamente como ‘Esto es reírse de quien trabaja’.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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