_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

No sabemos nada sobre ETA

Mientras pasaban los episodios de ‘El desafío: ETA’, me daba cuenta de que saber algo de ETA equivale a no saber nada. Conforme el puzle se ordena, el desconcierto crece

Una imagen de la serie documental 'El desafío: ETA'.
Una imagen de la serie documental 'El desafío: ETA'.
Sergio del Molino

Sobre ETA lo sabemos todo y no sabemos nada a la vez. No me refiero a esa mitad de los españoles que creen que todavía sigue funcionando, ni al 60% de jóvenes a quienes no les suena de nada el nombre de Miguel Ángel Blanco, ni tampoco a ese 20% de la población convencida (tal vez con la ayuda impagable y denodada de algunos periodistas) de que fue la autora de los atentados del 11-M. Aunque los resultados de la encuesta que hizo Narciso Michavila hace unas semanas dan cuenta de lo profunda y abrupta que aparece la sima del olvido en cuanto se abre, hablo de la gente que sí sabe que ETA se disolvió hace tres años (¡solo tres años!), que asesinó a 855 personas entre 1969 y 2010 y que marcó la vida de Euskadi y de la España democrática.

Mientras pasaban los episodios de El desafío: ETA (Amazon), me daba cuenta de que saber algo de ETA equivale a no saber nada. Conforme el puzle se ordena (con un respeto cronológico exquisito: la serie está concebida para que la entienda un alienígena recién aterrizado, no se da nada por supuesto), el desconcierto crece. Hay mucha información nueva sobre la actuación de la Guardia Civil que no se había contado en las crónicas, pero el pasmo viene de los datos conocidos: lo vivimos, no es la primera vez que vemos a las víctimas contarlo ni tampoco es inédito el cinismo cerril y criminal de los etarras y sus amigos. Lo terrible es haberlo sabido, que sea una historia muy familiar con la que hemos crecido. ¿Cómo pudimos soportarla? ¿Cómo tardó tanto la sociedad en reaccionar y lo hizo al principio con tan pocas voces, tan valientes y solitarias? ¿Cómo sucedió? Conocer la historia no responde a esas preguntas, solo las deja temblando más fuerte.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Sergio del Molino
Es autor de los ensayos La España vacía y Contra la España vacía. Ha ganado los premios Ojo Crítico y Tigre Juan por La hora violeta (2013) y el Espasa por Lugares fuera de sitio (2018). Entre sus novelas destacan Un tal González (2022), La piel (2020) o Lo que a nadie le importa (2014). Su último libro es Los alemanes (Premio Alfaguara 2024).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_