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Columna
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Susi Caramelo desconfinada (y desatada)

Estaba en su mejor momento cuando llegó el estado de alarma, pero no paró. Ya tiene su propia serie, perturbadora porque no estamos acostumbrados a las cómicas sin pudor

Susi Caramelo, envuelta en la bandera LGTBI en el primer capítulo de su serie 'Caramelo' en Movistar+. En vídeo, recopilación de algunos de los mejores momentos de 'Orgullo Caramelo'.Vídeo: Movistar +
Ricardo de Querol

El cómico del momento es una cómica, y eso tiene mérito en un mundillo muy masculino. Susi Caramelo (L’Hospitalet, 1980) salta al primer plano tras muchos años en el segundo, en las tablas y como animadora de público (oficio poco conocido: los que calientan la risa de los espectadores antes de la grabación). Se dio a conocer en Las que faltaban, formato que no cuajó, y ahora se la rifan las tertulias humorísticas: Cero en Historia, La resistencia, Ilustres ignorantes o LocoMundo.

En uno de esos episodios de edición casera y pantalla partida del estado de alarma, Caramelo se lamentaba en LocoMundo: “Yo estaba en mi momento. He esperado muchos años a tener estos seguidores. Cuando por fin me conoce todo el mundo, casualmente, viene una pandemia mundial. Lo que yo creo es que hay mucha envidiosa en televisión. Llámame conspiranoica”.

Ni así ha parado. Desde casa agitaba las redes con sus bromas subidas de tono, porque lo suyo es la espontaneidad descarada, una orgullosa falta de pudor que remite a Phoebe Waller-Bridge (Fleabag) y a Sarah Silverman, y que por aquí resulta más perturbadora por falta de costumbre.

Le ha costado, pero ya tiene su programa: Caramelo, serie para #0 de Movistar que tuvo que esperar a la desescalada. Ni un minuto más, porque Susi se desconfina en el primer capítulo para recorrer su barrio, saludar a vecinos, visitar sus bares, conversar con José Manuel Parada (sin dejarle hablar mucho) y hacernos reír de su intimidad. Termina en Chueca, improvisando un delirante pregón del orgullo gay que dedica al novio que la dejó en la cuarentena: “Vuelvo a estar soltera, España, podéis tirarme la caña”. Los más prejuiciosos quizás no entiendan su humor. Ellos se lo pierden.


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Sobre la firma

Ricardo de Querol
Es subdirector de EL PAÍS. Ha sido director de 'Cinco Días' y de 'Tribuna de Salamanca'. Licenciado en Ciencias de la Información, ejerce el periodismo desde 1988. Trabajó en 'Ya' y 'Diario 16'. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Sociedad, 'Babelia' y la mesa digital, además de columnista. Autor de ‘La gran fragmentación’ (Arpa).

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