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Yo, mi, me, conmigo

Canon Legria Mini, una herramienta para ego-bloggers

Vídeo: R. J. C.

El selfie, foto tomada a uno mismo, se ha convertido en un género de éxito en Internet. La versión en vídeo tiene su representación en los videobloggers de belleza o de cocina, por ejemplo. Crean pequeños clips dando recomendaciones de maquillaje o trucos para mejorar una receta. Aunque los móviles cada vez tienen más calidad, no cuentan con una lente adecuada para grabar vídeo tan cerca. Lo mismo sucede con la mayoría de las cámaras de vídeo, suelen ser voluminosas y hace falta la ayuda para grabar.

Canon Legria Mini pretende acercarse a este tipo de usuarios, aunque también despertará el interés de los que les guste la experimentación multimedia. Aunque hace fotos de 12 megapíxeles, la finalidad principal es la grabación de vídeos. Lo hace hasta a 1080p, alta definición.

Cuenta con dos micrófonos frontales para grabar en estéreo. Se puede controlar manualmente el ruido de fondo. No es lo mismo grabar una conferencia que un concierto, por ejemplo, por lo que resulta práctico adaptarlo.

Lo más interesante está en la forma de la cámara. La lente graba vídeos con un ángulo de 160 grados que deforma algo los laterales, pero destaca muy bien el sujeto central. Pensada para tomarla con una mano o posarla sobre una superficie plana (lleva patillas retráctiles para ello), presenta una pantalla con multitud de posiciones para poder controlar la imagen propia en caso de grabarse a uno mismo, o tomar detalles de cómo se hace una manualidad.

La óptica, muy luminosa, es fija, no hay posibilidad de hacer zoom. Los archivos se almacenan en una tarjeta MicroSD, como en la mayoría de los móviles, y la batería, compatible con la de algunas cámaras compactas de la firma, tiene una autonomía de 50 minutos de grabación.

Además de contar con conexión wifi para subir a Internet los vídeos directamente, se puede conectar a iPhone o móviles Android a través de una aplicación para compartirlos en más servicios o pasar las grabaciones al móvil, también como control remoto de la cámara.

La prueba, en vídeo, muestra cómo se comporta la cámara en interiores, lugares con ruido (avión) o por las calles de Londres, ya sea atravesando el tráfico o escuchando las indicaciones del taxista.

El precio es de 299 euros, algo bastante aceptable si se tiene en cuenta la calidad de grabación y la cantidad creciente de bloggers y youtubers que consiguen unos ingresos extra con estas pequeñas creaciones. Como primer paso o para grabar durante viajes, es una buena herramienta.

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