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Los nuevos combustibles que ya están en tu coche (y no lo sabías)

Cada vez que repostas, un porcentaje de carburantes renovables entra en el motor. No todo el mundo lo sabe, pero su rendimiento es el mismo que el de los tradicionales, son compatibles con cualquier vehículo y su huella ambiental es cero

En España, los combustibles convencionales contienen más de un 10% de carburantes renovables, una cifra que deberá alcanzar el 12% en 2026.
En España, los combustibles convencionales contienen más de un 10% de carburantes renovables, una cifra que deberá alcanzar el 12% en 2026.NDinfinity (Getty Images)

En España, todas las gasolinas y gasóleos destinados al transporte contienen por ley más de un 10% de combustibles renovables, un producto fabricado con materias primas no fósiles –como biomasa o aceite vegetal usado–, con cero emisiones netas y que funciona igual que los carburantes tradicionales. Pero los expertos inciden en que aún hay algunos mitos que derribar acerca de su uso y propiedades.

Según Raúl Morales, director de Comunicación de Faconauto, la patronal de los concesionarios oficiales, una de las creencias más extendidas es que los combustibles renovables tienen propiedades “diferentes o inferiores” a los tradicionales: “No es cierto. Se producen para cumplir con los mismos estándares de calidad y rendimiento que los tradicionales. Se diseñan para ser compatibles con los motores de combustión interna existentes y se someten a rigurosas pruebas y certificaciones para garantizar su calidad y seguridad”.

Mismas propiedades

Si hablásemos de estos combustibles como si fuesen un aceite o un vino, se podría decir que tienen el mismo aspecto y aroma que los de siempre. Las diferencias, prosigue Morales, serían mínimas: “No afectan significativamente al rendimiento, consumo o sonido del motor. En cuanto al rendimiento, aunque los combustibles sintéticos [una variante que se produce con CO₂ e hidrógeno renovable] pueden generar una cantidad ligeramente menor de energía por unidad de volumen, apenas es perceptible en el uso diario del vehículo”.

La única forma de diferenciarlos de los tradicionales es escudriñando en su ADN. Para ello, explica Claudia Esarte, experta en combustibles de Repsol Technology Lab, los especialistas se sirven de la prueba del carbono-14, un método que en arqueología sirve para datar los hallazgos: “Si comparas un combustible convencional y uno renovable mediante análisis clásicos no vas a poder distinguirlos: las moléculas son exactamente iguales. Con el carbono-14 analizamos si la procedencia es de origen fósil o biológica. Y certificamos así que es 100% renovable”.

Como explica Guillermo Wolff, de la Comisión Técnica de la Asociación Española de Profesionales de Automoción (Asepa), la particularidad fundamental de los combustibles renovables es que “se pueden considerar neutros en carbono”. La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) detalla que el carbono que emiten en su combustión se equilibra con el que previamente se retira en su fabricación, que procede de materias primas de origen renovable: biomasa, aceites vegetales, residuos de la industria agroalimentaria, hidrógeno renovable, carbono retirado de la atmósfera… Por cada punto porcentual de renovables que se añade a los carburantes, estima la AOP, se evita la emisión de 800.000 toneladas de CO₂ a la atmósfera, el equivalente a la matriculación de 400.000 vehículos eléctricos.

En la actualidad, los combustibles convencionales contienen en España más de un 10% de renovables, una cifra que deberá alcanzar el 12% en 2026. Estos mínimos los marca Europa y cada país los transpone a su normativa. Wolff entiende que aún falta información sobre estos carburantes: “Los usuarios no son conscientes de ello. Desde hace más de 20 años tanto las gasolinas como los gasóleos contienen cierto porcentaje de biocombustibles. Y desde octubre del 2018 se informa a los usuarios mediante un etiquetado”. Cada lote de estos combustibles, además, va acompañado de un certificado de sostenibilidad auditado por la UE que indica el “porcentaje de reducción de emisiones de efecto invernadero de un lote de combustible renovable determinado respecto a un carburante fósil”, añade Claudia Esarte, de Repsol.

Una de las tres estaciones de servicio de península Ibérica con combustibles renovables 100%. /REPSOL
Una de las tres estaciones de servicio de península Ibérica con combustibles renovables 100%. /REPSOL

El reto del combustible renovable 100%

Por el momento, solo tres estaciones de servicio, orientadas a clientes profesionales, ofrecen depósitos con combustible renovable 100% en la península Ibérica. Están operadas por Repsol y se sitúan en Lisboa, Madrid y Barcelona. Que esta posibilidad llegue al gran público y se generalice el uso de vehículos impulsados únicamente por renovables dependerá de “factores como la disponibilidad y el coste”, entiende Morales.

Repostar exclusivamente con combustibles renovables es lo que permitirá equiparar la huella ambiental de un vehículo de combustión con uno eléctrico, según Claudia Esarte: “Se igualaría así el balance de emisiones total, el que comprende toda la cadena de producción de la energía y su uso final”. Para que ese momento llegue, la experta incide en la necesidad de que se den ciertas condiciones regulatorias y legislativas: “El uso de estos combustibles puros en vehículos con motor de combustión tiene que tener la misma consideración que un vehículo eléctrico o uno de hidrógeno para poder competir en igualdad de condiciones. Ante un reto tan grande como la descarbonización, no podemos poner todos los huevos en la misma cesta”, argumenta Esarte.

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