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Las 12 horas de angustia de los padres de Aimar

La detenida por llevarse a un bebé del hospital bilbaíno de Basurto preparó el rapto con semanas de antelación. Comunicó a sus conocidos que iba a ser madre y compró ropa y accesorios para recién nacidos

Inmueble en el que la joven dejó el bebé secuestrado en Bilbao, este jueves. Foto: EUROPA PRESS | Vídeo: EPV
Mikel Ormazabal

Los padres de Aimar han vivido 12 horas interminables de angustia. Su bebé, recién nacido en el hospital bilbaíno de Basurto, fue secuestrado el miércoles por la noche por una joven de 24 años que tenía planificado el rapto con varias semanas de antelación. Esta mujer llevaba fingiendo que se encontraba embarazada y muy ilusionada con su inminente maternidad. Hacia las 21.00 del miércoles accedió al servicio de Maternidad vestida con una bata blanca, haciéndose pasar por una sanitaria, entró en una habitación y se llevó en brazos a Aimar con el pretexto de que iba a hacerle unas pruebas médicas. Todo fue una estratagema para arrebatar el pequeño. La joven abandonó a la criatura a primera hora del jueves en el felpudo de una vivienda de Santutxu y la Ertzaintza logró detenerla dos horas más tarde en otro barrio de la capital vizcaína.

Imagen distribuida por la Ertzaintza de la presunta secuestradora del bebé la noche del miércoles en el Hospital de Basurto.
Imagen distribuida por la Ertzaintza de la presunta secuestradora del bebé la noche del miércoles en el Hospital de Basurto. Ertzaintza/EFE

El secuestro del bebé fue premeditado. La joven detenida había comprado ropas y accesorios para recién nacidos. Comunicó a sus conocidos que iba a ser madre y eligió la noche de este miércoles para consumar su plan. Para ello se hizo con un disfraz que le diera el aspecto de una médico. Las cámaras de seguridad del Hospital de Basurto captaron el momento en que la mujer accedía al recinto médico con una bata blanca. Abrió la puerta de varias habitaciones “aparentemente con la intención de secuestrar a algún recién nacido”, según explicó este jueves el consejero vasco de Seguridad Josu Erkoreka. Finalmente, consiguió engañar a una madre que había dado a luz pocas horas antes y, haciéndose pasar por personal del centro sanitario, se llevó al bebé, que había pesado poco más de tres kilos al nacer, con la excusa de hacerle unas pruebas. El responsable de la policía vasca indicó que esta mujer se había estado “moviendo por el centro” antes y abrió la puerta de “algunas habitaciones”, lo que hace pensar que su objetivo “no era llevarse ese bebé en concreto, sino un bebé”.

La secuestradora salió del hospital con el bebé escondido en una bolsa y se quitó el disfraz. Un amplio dispositivo policial puesto en marcha por la Ertzaintza y la Policía Local de Bilbao y la colaboración ciudadana permitieron localizar al pequeño y, poco después, detener a la acusada del secuestro. La policía autónoma difundió imágenes de la mujer, captadas por cámaras de seguridad, vestida con una camiseta blanca, unas mallas estampadas oscuras y un bolso cruzado. Sobre las 23.00 horas del miércoles, las imágenes mostraban a esta joven, de 1,60 metros de altura y el pelo oscuro y rizado, con el niño en brazos y una “bolsa rectangular de tipo rafia”.

A primera hora de la mañana siguiente la búsqueda, gracias a la ayuda ciudadana, dio sus frutos. Hacia las 8.15 horas sonó el timbre en un portal de la plaza de El Carmen, en el barrio de Santutxu. La mujer que vive en esta casa, al no ver a nadie por la mirilla, abrió la puerta y se encontró al recién nacido “tirado en el felpudo”. Allí fue abandonada la criatura. Su hijo, Zuhaitz Barriuso, relató que bajó hasta el portal para tratar de encontrar a la persona que lo dejó y decidió llamar de inmediato a la policía para comunicar el hallazgo. Esta persona aseguró que el pequeño se encontraba “perfecto” y, según él, “le acababan de dar leche”. Permaneció “tranquilo, casi dormido” en los brazos de esta vecina hasta que poco tiempo después llegaron a su domicilio los agentes de la Ertzaintza y los sanitarios. Esta mujer afirmó que “enseguida” cayó en la cuenta de que era el recién nacido raptado y expresó su alegría por el desenlace “feliz para los padres y para todos”.

Aimar fue trasladado en una incubadora de la ambulancia hasta el hospital y entregado a sus padres “envuelto en una toalla y sin el pañal”, según explicó su padre a El Correo. El recién nacido no tenía “un solo rasguño” cuando fue devuelto a sus progenitores. La consejera de Salud, Begoña Sagardui, expresó su satisfacción por que se encontraba “sano y salvo”.

Después de una intensa búsqueda durante toda la noche, la operación policial permitió arrestar a la autora del secuestro. A las 10.45 la policía vasca logró detenerla en la plaza Azoka de barrio de Zorroza. Se encontraba “en estado de agitación”, señaló el consejero Erkoreka, y en compañía de una amiga. Posteriormente, la Ertzaintza acudió a su vivienda, ubicada en Santutxu, para realizar un registro. Los agentes sacaron del piso una trona y un capazo para transportar bebés en los primeros meses de vida, además de varias bolsas. La mujer, que no tiene antecedentes penales, fue trasladada a la comisaría de Deusto (Bilbao), donde prestará declaración para investigar lo ocurrido antes de ser entregada a las autoridades judiciales. El titular no ha querido avanzar cuál pudo ser el móvil del secuestro para no interferir en las averiguaciones que sigue realizando la policía.

Los precedentes

En el País Vasco hay otros dos precedentes de secuestros de bebés en centros de la sanidad pública vasca. En septiembre de 2012, una mujer con problemas mentales raptó a un recién nacido en el Hospital Donostia, aunque fue localizada una hora después con la niña en perfecto estado. Dos años después, en el mismo centro se produjo otro intento de robo. En este caso, la mujer actuó vestida con una bata blanca haciéndose pasar por personal sanitario y se llevó al bebé de la habitación con la excusa de que iban a hacerle la prueba del talón. Fue detenida antes de abandonar la planta de neonatos del hospital.

Tras el primero de estos casos, Osakidetza revisó y reforzó los protocolos que se siguen en los servicios de maternidad para realizar las pruebas del talón y la hipoacústica a los recién nacidos. De acuerdo con esta reglamentación, “todos los cuidados, exploraciones y pruebas del recién nacido se deben hacer a pie de cama para no separara los progenitores del bebé. Cuando no sea posible se solicita a los progenitores o un familiar que acompañe al profesional en el traslado del recién nacido”.

Tras el incidente ocurrido en el Área de Maternidad de Basurto, el equipo corporativo de seguridad del paciente de Osakidetza se reunió este jueves por la tarde para analizar lo ocurrido y las medidas que deberán tomarse en adelante “para reducir la probabilidad de que estos hechos puedan volver a suceder”, informó la Consejería de Salud. La organización privada Defensor del Paciente ha pedido a la Fiscalía que investigue este caso, “que ha puesto de manifiesto la falta de seguridad de los hospitales públicos”, ya que es posible que “alguien pueda coger material del hospital sin que nadie lo evite y, aun más, llevarse a un recién nacido”.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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