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Te explicamos qué es el ‘sprunch’, el nuevo ‘brunch’, antes de que lo empieces a oír por todas partes

Cuando creías haberle cogido el gusto a la combinación de desayuno y almuerzo, llega una nueva tendencia que añade un plus: el brunch después del spa frente al mar, la montaña o en un entorno urbano de relax.

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Caroli Health Club

Las mañanas de domingo ya no desayunamos ni comemos: desde hace un tiempo, muchos tomamos el brunch, es decir, hacemos un mix de breakfast y lunch. ¿Y si te propusiéramos ese plan al terminar una relajante sesión de spa y en un entorno paradisíaco? Imposible que los amantes del brunch se resistan al sprunch (spa+brunch), porque la combinación de gastro, bienestar y belleza solo suma, y además se puede hacer de viaje o en la ciudad: cada vez son más los hoteles y spas de ciudad que invitan a sprunchear. Te contamos cómo es el sprunch perfecto y nuestros lugares favoritos.

Antes, un buen spa

Desde The Ritz-Carlton, Abama en Tenerife, proponen comenzar exprimiendo las bondades del spa: “lo principal es darse cuenta de que es un regalo para uno mismo, para descargar estrés y renovar energías”, explica Arianna Calcaterra, directora de marketingy. Antes del circuito de aguas recomendamos un desayuno ligero para no descompensarnos por la alternancia de temperaturas y realizar el recorrido siguiendo los pasos y respetando el tiempo (sobre todo en lugares como una cabina de frío, o la sauna) para activar el sistema linfático y sanguíneo, rebajar la ansiedad, equilibrar el sistema inmunitario y rejuvenecer el organismo.

Que no falte la variedad en la bebida

Según Alfonso García, chef del Hotel Barceló Illetas en Mallorca y pioneros en ofrecer el sprunch partiendo de las delicias autóctonas “no puede faltar el café y el té, el zumo de naranja natural, el agua y el champán o cava para brindar. La idea es que se sirvan tanto las bebidas que se consumen habitualmente en un desayuno como en la comida”, cuenta. Y no olvidemos las aguas con sabores: hidratan y aportan vitaminas y minerales.

En la presentación está la clave

La estética tiene tanta importancia como el contenido. “El sprunch entra por los ojos, y para vivir una auténtica experiencia gastro en nuestro hotel lo servimos en una caja que concentra la esencia de la gastronomía mallorquina: tapas de vanguardia, plato principal y postre handmade”, explica Alfonso García.

Superalimentos, al natural

“Aprovechamos los que están presentes en muchas comidas, como semillas, bayas, setas y diversas plantas cuyo contenido en nutrientes es beneficioso para la salud, e incorporamos la quinoa, la cúrcuma y el té matcha”, explican desde The Ritz-Carlton, Abama. Algunos, como el alga espirulina, están avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre todo si los consumimos de la manera adecuada: horneados, al vapor o crudos son las mejores opciones.

No todo son huevos benedictinos

Tierra del Agua (Asturias)
Tierra del Agua (Asturias)

Hay vida sprunch más allá de los clásicos benedictinos, la tostada con aguacate y las tortillas, la idea es partir de platos clásicos y añadir un toque gourmet, adaptándolo a los comensales: a la nueva corriente se apuntan muchas parejas, pero también grupos de amigos o familias, así que también se piensa en sabores fáciles para los pequeños: batidos con frutas, postres homemade que sustituyen el azúcar por sirope de ágave, miel o azúcar de coco, etc.

Abrir boca con algo dulce

“O mejor, que combine el dulce con el salado, como los rubiols de requesón o el yogur de foie con espuma de frambuesa: los contrastes de sabores fuertes rebajados consiguen el equilibrio perfecto en un sprunch”, añaden desde Barceló Illetas.

¡Sí a los smoothies!

Zumos y batidos naturales, orgánicos, con frutas y verduras de temporada y de proximidad, junto a los superalimentos, son clave para ofrecer un desayuno tardío rico, sano, variado y de calidad, porque constituyen una opción fit que aglutina de un plumazo un buen cargamento de vitaminas. Un dato a tener en cuenta: no debemos olvidar que contienen azúcares y que lo ideal es consumir no más de cinco piezas de fruta diarias: dos en el desayuno, una a media mañana y otra después de comer, recomiendan desde los hoteles Barceló: si las añadimos a los batidos, no más de dos unidades.

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