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Lourdes Hernández: “Cuando uno expone su vulnerabilidad recibe muchísimas cosas bellas a cambio”

La artista, más conocida como Russian red, acaba de lanzar su primer libro, ‘These words leaving my body’, una compilación de textos, notas y fotografías que fue creando de forma casi inconsciente durante estos últimos diez años.

“Durante el confinamiento todos echamos mano de nuestros discos duros y nos pusimos a navegar por el pasado. Lo sé porque cada día recibía fotos o recuerdos de amigas y amigos que estaban haciendo lo mismo. En mi caso, en mis discos duros encontré una colección de textos y todas las fotos que fui sacando durante casi 10 años de vida. Quise combinarlos en algo que no fuera un disco duro, sino algo mas tangible, que estuviera mas a mano. Al principio el impulso era hacerlo para mis archivos propios y luego pensé que seria bonito compartirlo”. Así explica Lourdes Hernández, más conocida como Russian Red, el por qué de su primer libro, ‘These words leaving my body’, que acaba de publicar la editorial Terranova; un recorrido íntimo que entremezcla notas, poemas, fotografías analógicas o textos de su Instagram para plasmar su viaje, interior y exterior, durante la última década. Lourdes alcanzó la fama súbitamente en 2008, cuando publicó su primer disco, ‘I love your glasses’. Después llegarían más álbumes, giras mundiales, una mudanza a Los Angeles en 2013 (donde aún reside y regenta un espacio multidisciplinar en Highland Park que ha convertido en lugar de referencia para artistas locales) e infinidad de proyectos musicales y cinematográficos, pero Lourdes no ha querido hacer de esta compilación de recuerdos un relato autobiográfico al uso: “La verdad es que los textos no están para nada relacionados con mi carrera musical ni mis devenires artísticos. Tienen que ver con mi experiencia del aquí y ahora de cada momento, de mis recuerdos de niñez y reflexiones sobre la vida en general”, explica la artista, “creo que que nunca he estado anclada ni personal ni emocionalmente. Siempre he estado fluyendo, transitando y en proceso. Estamos en continuo estado de cambio y yo, personalmente, huyo del anclaje”.

Lourdes define su obra como “diez años de trabajo producido inconscientemente, mientras la ansiedad me impedía valorar que estuviera siendo productiva”, también como un proceso de revelación del pasado con enseñanzas para el presente. Recopilando y seleccionando estos recuerdos tangibles, la autora se ha dado cuenta de que “en esos textos hay una persona con una voz muy concreta que a veces reconozco y otras no. Me ha hecho cuestionar la construcción de la identidad. He aprendido mucho sobre la búsqueda de algo definitivo en uno mismo como si eso fuera la respuesta a todo. Trabajar en este libro me ha ayudado a reconocer que estoy en proceso todo el rato y a veces llego a sitios, completo proyectos. Pero el resto del tiempo, aunque no lo parezca, también estoy generando. Y valoro un poquito más cada momento desde entonces”, cuenta.

Ahora, sin la presión que sucede inevitablemente al éxito repentino y sin la necesidad de ser constantemente productiva, al menos en el sentido más convencional, Lourdes Hernández se ha querido permitir el lujo de mostrar su propia vulnerabilidad, porque, como ella misma explica en ‘These words leaving my body’, “no hay nada de malo en brindar por la tristeza”: “Compartir intimidad invita al que la recibe a explorar la suya propia. Es importante estar en intimidad con uno mismo y permitirse compartir esas cosas”, opina. Por eso, entre otras cosas, la figura de su abuela está presente a lo largo de esta primera obra. “Fue la persona que más nos cuido a mi y a mi hermana, era una mujer muy sensible que pasó absolutamente desapercibida ante el mundo. Traerla de vuelta en mi libro y que ahora forme parte del imaginario de la gente que va a leer sobre ella me hace muy feliz. Es como que contribuye a que viva más tiempo, tal vez para siempre”, confiesa la artista, que no descarta publicar más libros, “ aunque de momento no tengo nada en mente porque estoy más centrada en un proyecto de cine para el año que viene junto a Gustavo Salmerón”. De lo que no cabe duda es de que, cuando ocurra, Lourdes volverá a abrirse para compartir sus emociones, positivas y negativas, porque “cuando uno expone su vulnerabilidad recibe muchísimas cosas bellas a cambio”.

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