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Palomo Spain: «La moda debería acercarse más a la calle»

En plena conquista del premio LVMH, el diseñador español se encuentra inmerso en numerosos proyectos, entre ellos, su participación en la exposición de Levi’s en honor a los ‘jeans’ 501 que ha tomado las calles de Madrid.

El diseñador Alejandro Gómez Palomo, fundador de Palomo Spain, vestido de Levi's.
El diseñador Alejandro Gómez Palomo, fundador de Palomo Spain, vestido de Levi's.Cortesía de Levi's

Quien haya paseado por la calle Serrano de Madrid estos días habrá podido ver una muestra de pantalones vaqueros customizados, encerrados en vitrinas a lo largo de la vía. No se trata de unos pantalones cualquiera, sino de los jeans 501 de Levi’s, silueta legendaria de la marca con 149 años de historia. Alejandro Gómez Palomo, fundador de la reconocida firma Palomo Spain, ha sido uno de los diseñadores encargados de reinterpretar este modelo bajo su propia visión creativa. «Fue una de las primeras prendas de moda que me compré. Con el tiempo, los fui transformando, pintando, pasaron a ser bermudas… es esa pieza que me ha acompañado durante muchos años y con la que siempre apetece volver a encontrarse», explica el diseñador. Para customizarlos, ha acudido a los códigos representativos de su marca, reinterpretando los bordados que han estado presentes desde la primera colección. «Pintamos el dibujo del bordado con lejía y, con la técnica del entolado, añadimos todo tipo de muestras y encajes que fuimos encontrando por el taller. También rebordamos con cinta varios detalles, dejando muchos hilos sueltos para darle ese aspecto de fleco y de movimiento». Una de las particularidades que tiene este proyecto, que permanecerá en la céntrica calle de la capital hasta el 21 de marzo, es que trae la moda y el trabajo de los diseñadores a la calle. «Jamás me podría haber imaginado tener un escaparate así en Serrano, y ahora gracias a Levi’s está ahí parte de mi trabajo».

El diseñador acaba de regresar de París de presentar sus propuestas frente al jurado del premio LVMH, al que está nominado junto a la española Paula Cánovas del Vas, la primera vez que dos creativos nacionales se encuentran entre los 20 semifinalistas del que está considerado el premio más importante de la industria. Ya optó al galardón en 2017, aunque asegura que esta vez lo ha vivido de una manera muy diferente a la anterior. «La primera vez, fui siendo todavía un bebé en la moda, con una idea creativa muy fuerte pero sin tener una marca desarrollada. Ahora, he vuelto con el discurso aprendido, siendo perfectamente consciente de la realidad de mi marca, de cómo ha evolucionado y se ha profesionalizado». A pesar de que Palomo Spain es una de las firmas más consolidadas y con mayor proyección internacional de España, asegura que este premio le daría un gran impulso. «Siendo una marca independiente es muy difícil seguir ahí y crecer. Por suerte, no nos podemos quejar. La firma se ha afianzado y hemos conseguido crear una red de clientes que hace que se mantenga, pero es difícil escalar y llevarla al siguiente nivel. Este premio nos ayudaría a dar ese paso hacia delante».

Recién llegado de la capital francesa, el creativo ha tenido la oportunidad de situarse en la parte opuesta, como jurado, en la segunda entrega del premio Allianz EGO, el certamen de jóvenes diseñadores de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid, que celebró su 75ª edición la semana pasada. «Ha sido como ponerse al otro lado del juego. Venía justo de ser uno de los candidatos que presentaron sus propuestas frente al jurado de LVMH, y aquí he estado en la parte contraria. Es precioso situarse en ese lado y ver cómo los diseñadores jóvenes vienen con toda la ilusión del mundo, con propuestas tan modernas y comprometidas, y ver que te tienen, en cierto modo, como una referencia». Lo cierto es que Palomo ya es un veterano en esta posición. Desde 2018, forma parte del jurado del programa de TVE Maestros de la costura —junto a Lorenzo Caprile y María Escoté— que estrenó a finales de febrero su quinta temporada. «El programa me ha permitido estar en contacto con muchos jóvenes que están empezando y me ha hecho querer estar cerca de ellos todo el tiempo. Incluso tengo en mente dar clases en algún momento de mi vida para transmitir ese conocimiento que a mí me hubiera gustado tener desde el principio. Quiero hacerles llegar que esto es algo posible si se trabaja».

Uno de los valores más importante de este programa, resalta el creativo, es que, al igual que el proyecto de Levi’s, acerca la moda y el trabajo de los diseñadores al público general, algo que, reconoce, le parece imprescindible para que adquiera el valor que tiene en otros lugares. «La moda en Madrid se debería acercar un poco más a la ciudad, que se contagie ese ambiente de la semana de moda como ocurre en París, donde vas andando por la calle en época de desfiles y te encuentras a modelos y periodistas de un lado para otro. Se impregna toda la ciudad de ese ambiente. Creo que eso nos falta aquí, estamos muy alejados de lo real. La moda debería acercarse más a la calle». Precisamente con la intención de acercar la experiencia de la moda a un público más amplio, el diseñador se aleja de las pasarelas convencionales para presentar sus colecciones en plena calle, como hizo en su último desfile del pasado mes de octubre en el Paseo del Prado. «Para mí, se perdería parte del mensaje si presentara mi colección en una pasarela negra con un logo detrás. Eso no me interesa. La historia que quiero contar con mi colección tiene que ver también con la forma y el lugar en el que la presento». Su próximo desfile es en apenas dos semanas, el 1 de abril, y asegura que traerá muchas novedades. «Va a ser algo completamente diferente a lo que hicimos la última vez. Una nueva dirección, con nuevas inspiraciones y un concepto mucho más agresivo».

A pesar de tener tantos proyectos entre manos, reconoce que la moda, como el resto del mundo, está atravesando por momentos complicados a raíz del conflicto de Ucrania. «Con las cosas que están pasando, la moda pasa a estar en un segundo plano. Esto es algo que alude más al capricho y al disfrute que a una necesidad, y en el momento en el que estamos te preguntas si realmente tiene sentido lo que hacemos o es absurdo. Pero, al final, el mundo tiene que seguir y nosotros también, porque este es nuestro trabajo».

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