Gucci une tradición y vanguardia en una colección que lee con maestría el sentir del tiempo presente
La firma presenta su colección crucero 2024 en el palacio Gyeongbokgung de Seúl. Asap Rocky y Dakota Johnson, entre los invitados.
La banda sonora de Oldboy, la película Park Chan-wook, marca el inicio del desfile. Luego llega el sonido repetitivo de la percusión. La pasarela está bajo las columnas techadas el palacio Gyeongbokgung, residencia principal de la dinastía Joseon, construido en 1395 y una de las joyas del patrimonio de Corea del Sur. Hasta allí ha viajado la firma italiana Gucci (parte del grupo Kering) para presentar su colección crucero 2024. En la noche de Seúl el patio central alterna patrones de luz, siempre blanco sobre negro como si fuera una constelación cambiante en el cielo, al son de los tambores, y los modelos desfilan bajo las columnas rojas y el artesonado verde ilustrado con coloridos dibujos vegetales. Sobre la pasarela, trajes de noche de neopreno, vestidos de tul combinados con tablas de surf, cinturones de cadenas, tejidos metalizados con mucho plateado y guiños al hanbok, el traje tradicional surcoreano, palpables en el uso de la seda o las lazadas sobre el pecho de algunas prendas.
«Los códigos de vestimenta cosmopolita son expresiones de conversaciones culturales (…) La colección explora este intercambio a través de un diálogo entre el propio patrimonio cultural de la Casa y la electrizante influencia actual que ejerce sobre él Corea del Sur», resumía la marca antes del desfile. Y en la pasarela se plasma esa conversación: un traje de noche con un estampado de gelatina rosa, collares de perlas, una camiseta ilustrada con una pata de gato tratando de atrapar una mariposa, fundas de monopatines, gafas futuristas combinadas con trajes de chaqueta y neoprenos inspirados en los amantes del windsurf y el jet-ski que acuden cada día al río Han de Seúl. Es el primer desfile de moda organizado en este escenario centenario de la capital surcoreana, y para la ocasión la firma ha contado con invitados como el rapero Asap Rocky o la actriz Dakota Johnson. El evento sirve para subrayar el compromiso con la cultura surcoreana de la casa italiana, que en Seúl ha contribuido a financiar la conservación del palacio Gyeongbokgung (siglo XIV) y organizado proyectos como No Space, Just a Place para impulsar la escena de arte contemporáneo.
Tras la percusión inicial, el desfile evoluciona a las cuerdas, para finalizar con un tema orquestado del compositor surcoreano Jung Jae-il, que ha participado en las bandas sonoras de fenómenos audiovisuales como la oscarizada Parásitos, Oldboy o la serie El juego del calamar. No se trata del único artista surcoreano presente: las coloridas creaciones biomórficas de la artista basada en Seúl Ram Han ilustran algunas de las prendas, con colores en las gamas de la decoración del palacio Gyeongbokgung y del rapero Jay Park ameniza el posdesfile. Ese diálogo musical y plástico entre tradición y vanguardia se refleja también en las propuestas estilísticas: códigos noventeros propios de la casa Gucci se actualizan con nuevos materiales y tonalidades; los trajes formales hacen guiños a la ropa deportiva, y la ropa deportiva se adorna con gasa y bordados; las camisetas ajustadas se unen a pantalones anchos tipo skater. «Cada prenda y cada look reflejan una forma de hibridación», subraya la firma, que ha querido mezclar códigos generacionales y subrayar la influencia actual de la Ola Coreana [aumento de la popularidad internacional de la cultura de Corea del Sur desde mediados de los noventa, impulsado por el auge del K-Pop y las series de televisión producidas en el país].
Además, las prendas juegan con la deconstrucción: cremalleras que pueden modificar un pantalón o mangas extraíbles con cremallera, cazadoras transformadas en abrigos, bómbers transformadas en falda de noche, pantalones cargo y nuevas derivaciones con formas irregulares los bolsos Horsebit, uno de los iconos de la casa, lucidas por modelos entre las que figuran la británica Karen Elson o Estrella Gómez, una de las modelos españolas más cotizadas en la actualidad. La compañía ha querido presentar en Corea del Sur esta colección –aún bajo el equipo creativo de Gucci, ya que el nuevo diseñador de la enseña, Sabato De Sarno, no debutará con su primera colección hasta septiembre en Milán– para subrayar la relación entre la casa y el país, donde la firma italiana abrió su primera tienda insignia en 1998, hace ahora 25 años.
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