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Chicas ‘influencers’ portuguesas: así es la insólita escuela de estilo lusa que revoluciona Instagram

El ascenso de la ‘portuguese girl’, cuyo estilo reside en mezclar los estampados equivocados de la manera correcta, es imparable en redes sociales

Sara Baceiredo y Vicky Montanari durante Copenhague Fashion Week
Sara Baceiredo y Vicky Montanari, durante la Copenhague Fashion Week.Christian Vierig (Getty Images)

No son predecibles y probablemente sea eso lo que las distingue. Visten descoordinando colores, patrones, tejidos y estampados: uno podría decir que el estilo de la portuguese girl va de ir hecha un cuadro, solo que por alguna extraña razón el resultado parece encajar. Es alegre, es fresco, es muy personal y se distancia de esa sobriedad impostada que las tendencias de la moda llevan varias temporadas idealizando. Quizá por eso el estilo de la chica portuguesa lleva miles de vídeos en TikTok (algunos con millones de visualizaciones) y su estética chocante funciona como un atrayente revulsivo.

Un día cualquiera la chica portuguesa que las redes sociales han convertido en etiqueta viste un pantalón ancho de rayas gruesas naranjas y blancas con un top de pequeños rombos en rojo y rosa, por ejemplo, combinados con una chaqueta azul grande y brillante, unas bailarinas color cielo, un bolsito verde con flecos y tachuelas, y varios collares. El pelo va recogido con un clip que tenga una flor enorme y unas gafas de sol de montura pequeña y extravagante completan el atuendo. Este no es un ejemplo al azar, sino uno de los looks más visualizados (casi siete millones de veces) sobre esta tendencia catapultada a la estratosfera de TikTok: la protagonista es Vicky Montanari, una de las exponentes del fenómeno How to Dress like a Portuguese Girl.

@vicmontanari

Inspired by how to dress like a CPH girlie here we have the portuguese girlie version hahaha 🤣 disclaimer ive lived here for the past 6 yrs but not really from here 🫰🏼 found my style here tho! 💛 hope u like it!!! #portuguesegirls

♬ vicmontanari how to dress like a PT girlie - vicky

Montanari vive en Lisboa, tiene 26 años y posee la capacidad de mezclar los estampados equivocados de la manera correcta. Otro día se pondrá un vestido largo campestre de cuadros y por encima añadirá un chaleco tricotado con rayas de colores, u optará por un vestido corto y ancho de un estampado que parece animal en negro y rosa con grandes cuellos que cobijará bajo un abrigo con enormes flores estampadas en verde lima que podría servir para esquiar, unos calcetines cortos blancos con puntilla y unas bailarinas Tabi de Margiela. Lleva tejidos de invierno en verano, colores de verano en invierno: hace saltar por los aires cualquier orden o convención y, curiosamente, así ha conseguido un estilo reconocible.

De su forma de vestir se deducen rápido dos cosas: a Montanari le interesa lo artístico (algo que se refleja en la manera de construir estilismos de muchas de las prescriptoras de moda portuguesas al alza en redes sociales, que comparten gusto por el arte, la artesanía, el diseño de interiores y referencias estéticas a otras épocas y movimientos culturales) y la moda es una manera divertida de explorar su identidad. Hace unas semanas la vimos como invitada a algunos desfiles de la semana de la moda de París.

Con más de 100.000 seguidores, Mafalda Patricio salió por primera vez en las páginas de papel de la edición portuguesa de Vogue hace 10 años, y desde entonces su estilo ha sido reverenciado en revistas como Harper’s Bazaar, Elle o Glamour, y su estilo colorido y bohemio es habitual de las fotografías de Street Style en la semana de la moda de Copenhague. Algunos medios la llaman “la Blanca Miró portuguesa”.

Mafalda comenzó los estudios de arquitectura, los cambió por diseño y hoy se dedica a la creación de contenido en redes sociales, donde además de su perfil personal tiene un segundo, @m.jour, donde comparte imágenes de inspiración en diseño industrial, fotografía, moda y estilo de vida. En su estilo diario encontramos las prendas básicas que definen el look de la chica portuguesa: zapatos llamativos (preferiblemente bailarinas, mocasines o zapatillas deportivas ligeras), complementos especiales (coleteros estampados, bolsos de colores vivos, abrigos largos de entretiempo con detalles especiales, pantalones estampados (e incluso acolchados) y muchas prendas con rayas de colores. Las gafas de sol de formas caprichosas también son otra de sus señas. Y es que la chica portuguesa no se viste, sino que crea estilismos. Ahí hay una diferencia.

En París vive Sofia de Moser Leitão, original de Lisboa. A los 18 años comenzó trabajando como modelo y parecía destinada a relacionarse con la moda: tras licenciarse en la Universidad de Letras de Lisboa y realizar un máster en gestión cultural, entró como becaria en Vogue Portugal, pero fue un curso de cerámica el que dio a su carrera un nuevo cariz: hoy es 50% influencer, 50% ceramista.

Desde su perfil personal en Instagram comparte la vivacidad de sus atuendos con 60.000 seguidores y desde su perfil profesional enseña las piezas de cerámica que diseña: jarrones de formas caprichosas con rayas de colores, tazas de café con formas irregulares o divertidas hueveras, figuras decorativas con forma de bailarinas con pulsera, son todas coloristas y tienen un toque naíf que recuerda mucho a la estética portuguesa que se ha puesto tan de moda. Las vende online, en tiendas efímeras parisinas y en boutiques como la de la marca francesa Soeur o la de zapatos Carel, junto a la Madeleine parisina.

Esta estética tiene puntos en común con otra iconografía de moda, la de las danesas. El uso de colores llamativos, prendas holgadas y estilismos tan pensados como cómodos son otros de los rasgos que se detectan en el perfil de Caetana Botelho Afonso, una estudiante de Psicología de 21 años por encima de los 400.000 seguidores en Instagram, y cuyo estilo ha servido como referencia para ilustrar a la portuguese girl en ediciones internacionales de revistas especializadas en moda como L’Officiel, Harper’s Bazaar o Elle. La conexión Portugal-Dinamarca es constante en esta estética y Caetana, de hecho, acaba de viajar a la capital danesa para asistir a algunos desfiles de su semana de la moda (Marimekko, Baum und Pferdgarten) y allí ha combinado una chaqueta multicolor de punto grueso con una falda midi de estampados psicodélicos, o una chaqueta de cuero envejecida marrón con una falda de popelín larga negra, una blusa blanca con calados, cinturón y zuecos con tachuelas, collares de perlas y lazos, y un bolso grande con estampado de piel de vaca. Entre los emoticonos que más recibe en los comentarios a sus estilismos hay caritas con ojos en forma de corazón y llamas de fuego.

Otra portuguesa fotografiada recientemente en Copenhague es Rita Montezuma (lisboeta de 25 años, con 263.000 seguidores en Instagram). Allí ha encontrado algunas prendas que fácilmente puede adaptar a la estética portuguese girl, como una chaqueta con estampado de flores y acolchada de la marca Sissel Edelbo, que ha llevado sobre un minivestido de rayas azul y unos pantalones anchos beige. Fue invitada de primera fila de los desfiles de Marimekko, Skalstudio y Operasport, y uno de sus estilismos más adulados entre sus fieles consta de un gorrito de red verde decorado con conchas, una chaqueta guateada de rayas rosas y blancas con plumas en los puños, pantalón de diferentes rayas y tonos de rosa también con plumas, calcetín blanco y bailarinas de punta cuadrada plateadas.

Una de las chicas portuguesas más seguidas en Instagram es Sofia Coelho, con casi un millón de followers. Nacida en Oporto, cuenta con su propio podcast, Undressed, donde habla con su amiga también portuguesa Ines Silva (@irisloveunicorns en Instagram, con casi otro millón de seguidores) sobre moda, tendencias y las cosas que les preguntan sus followers. Entre sus prendas más repetidas últimamente está una falda larga de tablas con estampado tartán en tonos marrones que compró de segunda mano y que ha combinado con pantalones por debajo, una chaqueta deportiva de tweed o unas zapatillas deportivas futuristas de Puma. Tiene una muy parecida en tonos grises que lleva con una gran cazadora de cuero (una de las prendas que según cuenta ella misma en un episodio de Undressed, es un básico irrenunciable, y que siempre debe tener “un aspecto vintage y caro, con el corte perfecto”).

El ascenso de los perfiles de las portuguesas es innegable y parece también imparable. Su forma de vestir fomenta el estilo individual y anima a experimentar, a través de combinaciones inesperadas, y está recuperando algo que parecía dormido entre las estéticas minimalistas, silenciosas y discretas que las mismas redes sociales llevan meses abanderando: divertirse vistiendo

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