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La decadencia (artística) de Cameron Diaz

¿Se ha convertido en la versión femenina de Adam Sandler? La actriz se enfrenta a tres nominaciones a los Razzie por sus tres únicas películas de 2014

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NBC (NBCU Photo Bank via Getty Images)

Algo pasa con Cameron Díaz (o algo ha pasado en 2014). La actriz empezó pletórica: sus aspiraciones a convertirse en la nueva Gwyneth Paltrow se materializaban con su primer libro sobre cómo alimentarse correctamente y tener un cuerpo saludable, se estrenaba como productora de su primera serie para la televisión (la adaptación de la película Bad Teacher para la CBS) y prometía asaltar la taquilla con tres estrenos pendientes. Doce meses después, su inmersión en esto del branding de lifestyle será recordado como cuando Cameron Díaz declaró la guerra a las ingles brasileñas y quiso poner de moda el vello púbico (en Goop respiran tranquilos, no lo consiguió), su serie se canceló tras unas críticas demoledoras y por las tres películas en las que ha participado… por las tres ha recibido tres sonoras nominaciones en ese abucheo mundial que son los anti Oscar, los premios Razzie. Doble nominación a peor actriz por No hay dos sin tres y Sex tape, nominación a peor actriz de reparto por Annie y nominación a peor combo en pantalla por la pareja que forma con Jason Segel en Sex Tape.

Aunque la Academia siempre ha sido alérgica a resaltar su trabajo, ya hace mucho que Diaz no pisa la alfombra roja de los Globos de Oro o los Bafta en calidad de nominada (su última incursión fue en 2003 por Gangs of New York) y lejos queda también el aplauso de la crítica por sus papeles en Cómo ser John Malkovich o Vanilla Sky. La modelo que pasó de protagonizar campañas de Calvin Klein a ser 'la rubia' revelación de Hollywood por La máscara hace ahora 20 años vive sus días más bajos a nivel artístico. 

SEX TAPE, from left: Jason Segel, Cameron Diaz, 2014. ph: Claire Folger/©Columbia Pictures/Courtesy
©Columbia Pictures/Courtesy Eve (©Columbia Pictures/courtesy Eve)

Diaz y Segel, una de las peores parejas en pantalla para los premios Razzie.

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"Las diatribas dipsomaníacas de una 'cachonda' Diaz y sus números de borracha sin coreografía intentando ser cómicos están penosamente dirigidos", apuntaban sobre su participación en Annie desde Variety. En el New York Magazine tampoco se cortaban: "Posiblemente Jamie Foxx no ha sido señalado como el más rídiculo de la película por el desastroso papel de Miss Hannigan de Cameron Díaz. Un desastre que, estoy convencido, no es por su culpa". La crítica lamenta el desgaste de Díaz en papeles que no aprovechan su vis cómica pero sigue confiando en su capacidad para el género. "Diaz puede ser una cómica maravillosa", apuntaban desde la publicación, "cualquier director decente le habría dado las indicaciones necesarias". ¿Se ha agotado ese brillo para la comedia que empezó con su papel naíf en Algo pasa con Mary (1998) y que alcanzó su súmmum en el rol de tía buena malhablada y narcisista de Bad Teacher (2011)? Ella misma confirmó el desgaste al New York Times en plena promoción de Sex Tape: "Creo que aquella película (Algo pasa con Mary) abrió la puerta a un nuevo tipo de comedia y, desde entonces, empezó una competición de películas que trataban de igualarla. Seguramente, y sinceramente, hice unas cuantas de este tipo, hasta que quedó claro que aquello fue irrepetible".

Irrepetible o no, los Razzies han castigado todo lo que ha tocado el último año y la serie que producía ha desaparecido de la parrilla televisiva. Poco importa. Diaz, en el showbiz, sigue reinando. Forbes estima las ganancias de 2014 de la actriz en 18 millones de dólares (unos 15 millones de euros). "Nunca subestimes a Cameron Diaz", apunta, "parecía que No hay dos sin tres fuese iba a apestar porque la crítica la masacró y Sony apenas la promocionó, pero las mujeres acudieron en tropel al cine". La película costó 40 millones de dólares y consiguió una recaudación de 190 millones. Diaz ya lo había hecho antes: Bad Teacher costó 20 millones y recuperó en taquilla 216 millones (y ya prepara su secuela).

Un óptimo rendimiento económico para la intérprete que mejor personifica la etiqueta de 'tía guay' (cool girl) que definió Gyllian Flynn en Perdida. Diaz explota en Hollywood ese perfil de "mujer sexy, inteligente y divertida a la que le encanta el fútbol, el póker, los chistes guarros y que eructa, que juega a los videojuegos, bebe cerveza barata, le gustan los tríos y el sexo anal, y se atiborra de perritos calientes y hamburguesas como si estuviese protagonizando la mayor orgía culinaria del mundo, mientras, de alguna forma, consigue mantener una talla XS, porque las tías guays son por encima de todo sexis". Puede que la critica la linche sin piedad, pero ella siempre será bien recibida en el Saturday Night Live para ejercer de 'tía guay' (lleva 16 años participando en el programa), donde lo mismo rapea a lo Missy Elliot que se queda en un sketch en lencería. Quizá los Razzies quieran convertirla en la versión femenina de Adam Sandler, pero su boda generará tal expectación que tendrá que cubrirse con una sábana para ir al altar y evitar los flashes de los paparazzi. Es lo que tiene ser la eterna tía guay del valle de las estrellas. 

ANNIE, from left: Cameron Diaz, Zoe Margaret Colletti, Eden Duncan-Smith, Quvenzhane Wallis,
©Columbia Pictures/Courtesy Eve (©Columbia Pictures/Courtesy Eve)

Su papel de cruel señorita Hannigan en ‘Annie’, otra interpretación desastrosa que han destacado los Razzie.

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